Irak está al borde de la catástrofe humanitaria debido a la violencia entre el ejército y el Estado Islámico (EI), advirtieron Naciones Unidas y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
La situación es grave sobre todo en la noreste provincia de Anbar, con miles de familias huyendo de la ciudad de Ramadi hacia Habaneya y Faluya, donde se estiman que han llegado unas 32 mil personas mientras otras 10 mil ingresaron a Bagdad.
Hay cientos de mujeres, niños y ancianos, inclusive desplazados más de una ocasión, y cada vez que se mueven su situación se vuelve más precaria, advirtió la Federación en un comunicado.
De acuerdo con una evaluación de los voluntarios de la Media Luna Roja de Irak, más de 133 mil personas han sido desplazadas de la región desde mediados de abril, cuando iniciaron los combates.
Yaseen al-Mamouri, presidente de la Media Luna Roja de Irak señaló que «la degradación dramática de la situación humanitaria en Anbar significa que más personas están sufriendo».
Explicó que algunas de las personas desplazadas se ven obligados a permanecer en el desierto durante días, vulnerables a los elementos y temperaturas extremas, antes de que sean capaces de encontrar refugio.
Por su parte la representante de la agencia de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Lise Grande, dijo ante el Parlamento Europeo en Bruselas que es esencial disponer de más fondos para socorrer a los desplazados.
Advirtió que la ayuda humanitaria «pende de un hilo», si no se cuenta cuanto antes con 497 millones de dólares.
«La crisis en Irak es uno de las más complejas y volátiles en el mundo», dijo Grande.
«Los socios humanitarios han estado haciendo todo lo posible para ayudar. Pero más del 50 por ciento de la operación se cerrará si el dinero no se recibe de inmediato «, con implicaciones «catastróficas», advirtió.