Por: Dr. Iván Martínez Duncker R.
Es crucial incrementar el acceso de la población mexicana a los beneficios de las innovaciones en salud, aumentando significativamente la inversión en ciencia, tecnología e innovación, tanto desde el sector público como privado, y así enfrentar con inteligencia el rezago tecnológico que está actualmente limitando el derecho a la salud, particularmente de los más pobres. Les compartiré en esta contribución, algunas innovaciones destacadas.
1.- Edición genómica. Esta tecnología permite modificar nuestro material genético, el ADN. Se ha autorizado principalmente para ayudar a las personas afectadas con mutaciones que causan enfermedades genéticas. El caso más reciente es el de Mila Makovec, una niña de 8 años afectada de la Enfermedad de Batten, una enfermedad progresiva y mortal. Mila tuvo un desarrollo normal hasta los 3 años, cuando sus padres notaron que sus pies comenzaron a rotarse de forma anormal, desde ese momento fue progresivamente perdiendo la visión, mostrando una regresión en el lenguaje y en sus capacidades sociales, caídas frecuentes, dificultad para hablar y comer, además de convulsiones intensas.
Gracias al esfuerzo de su familia, fueron contactados por el Dr. Timothy Yu del Hospital de Niños de Boston (USA), quien diseñó una herramienta de edición genómica personalizada para corregir la mutación que estaba enfermando a Mila. En enero del 2018 la tecnología fue administrada en su columna para llegar al sistema nervioso y corregir su ADN. Aunque no se lograron revertir los daños, la enfermedad se ha controlado, reduciendo significativamente el número de convulsiones. La edición genómica es una promesa para millones de personas afectadas o portadoras de enfermedades genéticas.
2.- Inmunoterapia. Es un conjunto de tecnologías que estimulan al sistema inmune para reconocer a las células cancerosas y destruirlas. Estas tecnologías han transformado radicalmente la lucha en contra del cáncer, una de las más prometedoras es CAR-T que consiste en la modificación genética de células del sistema inmune llamadas células T. Las células T son extraídas del paciente, posteriormente son modificadas genéticamente para tener receptores que permitan detectar a las células malignas, cultivadas en el laboratorio en grandes cantidades y finalmente, reinyectadas en el paciente para destruir el tumor.
Otras tecnologías incluyen el uso de anticuerpos anti-tumorales, que son proteínas que se unen a las células malignas y ayudan al sistema inmune a destruirlas. También se incluyen las vacunas anti-cáncer, que consisten en inyectar en el paciente, componentes que son específicos de las células tumorales, ayudando a que el sistema inmune genere una mejor respuesta en contra del cáncer.
3.- Monitorización y tratamiento en tiempo real. Diversas tecnologías han incursionado en el registro en tiempo real de distintos parámetros de funcionamiento de nuestro cuerpo. Han sido bien recibidas por los consumidores, debido a que se han convertido en parte de las herramientas fundamentales para enfrentar enfermedades como la diabetes, la hipertensión o la obesidad, pero sobre todo para mantener un estilo de vida saludable. Algunos de los dispositivos comercialmente disponibles en forma de relojes, incluyen ya el registro de la frecuencia cardiaca, presión arterial, el tiempo de sueño, ingesta de agua y calorías. No obstante, hay grandes áreas de oportunidad que incluyen, por ejemplo, tomar registros eléctricos del corazón para identificar una enfermedad cardiaca, así como la determinación de moléculas de interés biológico a partir del sudor o incluso de las lágrimas en el caso de implantes oculares.
Una vertiente de estas tecnologías es el manejo óptimo de la diabetes, en las que es importante que el paciente se tome frecuentemente muestras de sangre para medir los niveles de glucosa y que se pueda administrar la dosis de insulina correspondiente, lo cual es molesto y acarrea un cierto grado de riesgo de infecciones y dosificación inadecuada. Para atender esta situación, se están diseñando tecnologías en forma de un parche que se coloca sobre la piel y que contiene biosensores que determinan el contenido de la glucosa en la sangre, sin tener que extraerla, alertando así al paciente de su nivel de glucosa e incluso administrando automáticamente la dosis de insulina requerida.
4.- Inteligencia Artificial. Relacionado a lo anterior, hay una fuerte tendencia de los sistemas de salud, para obtener datos médicos de la población, particularmente los contenidos en los expedientes clínicos, incluyendo radiografías y otros estudios de imagen, o captados diariamente de las tecnologías que los derechohabientes usan para monitorear su salud (relojes, glucómetros, etc.). Esta cantidad masiva de datos necesita ser analizada con gran precisión y rapidez, lo cual escapa a las capacidades humanas. Para ello, distintas tecnologías de inteligencia artificial están analizando rápidamente y aprendiendo de estos datos para sugerir a los sistemas y al personal de salud, mejores acciones preventivas, diagnósticas y terapéuticas.
Aunque la inteligencia artificial se muestra inicialmente como una herramienta que auxilia las decisiones del personal de salud, es muy probable que adquiera cada vez más autonomía e impacto directo, tanto en la escala individual como poblacional. Imaginen lo útil que será llegar a una revisión de rutina o por una enfermedad y que el médico pueda contar con un amplio registro e interpretación de múltiples datos biológicos, para así tomar mejores decisiones.
5.- Secuenciación de nueva generación: Son tecnologías que permiten “leer” el ADN. Esto significa que en un tiempo muy corto, incluso de un día, podemos tener acceso a la información genética que contiene nuestro ADN e identificar anormalidades que podrían estar asociadas al desarrollo o herencia de una enfermedad. Aunque tiene un lado comercial que satisface la curiosidad sin implicaciones clínicas, lo cierto es que las personas están cada vez más interesadas en conocer lo que contiene su ADN y las probabilidades de tener tal o cual enfermedad, implementado así, estrategias para evitarlas o al menos retrasarlas. Este acceso a la información genética personal está creando una gran demanda para obtener las respuestas correctas a las interrogantes que surgen frente a una información tan masiva y compleja.
6.- Impresión 3D. Es un grupo de tecnologías que permiten construir objetos tridimensionales a través de la superposición de capas sucesivas de material. Las impresoras 3D son rápidas, baratas y fáciles de usar. En el campo de la salud han incursionado en el desarrollo de mini-órganos que replican un hígado o intestino, permitiendo hacer evaluaciones de nuevos productos farmacológicos. Otras aplicaciones incluyen el imprimir estructuras anatómicas en las que los cirujanos puedan entrenar para una cirugía complicada. También sirve para diseñar nuevos instrumentos quirúrgicos y prótesis personalizadas, diseñadas con precisión para satisfacer las características y necesidades de los cirujanos y pacientes.
7.- Salud de calidad, digna y a bajo costo. Hay un importante avance en el acceso a la atención de calidad y de bajo costo desde la iniciativa privada, en forma de modelos de negocio disruptivos que están alterando los esquemas convencionales de atención de la salud en México. Un ejemplo es Salud Digna, una institución de asistencia privada asociada a SuKarne, líder en la industria cárnica, que ha incursionado en la prevención y diagnóstico oportuno de enfermedades, enfocado particularmente a las familias de menores recursos, pero siempre con estándares de calidad internacionales y bajo un modelo de innovación social, rompiendo el paradigma de que la atención de excelencia no se puede obtener a bajo costo. Este modelo tiene todo el potencial para convertirse en la primera opción de los mexicanos para atenderse con dignidad, dejando atrás a un sector público rezagado.
Tenemos que exigir que las innovaciones en salud sean accesibles a todos los mexicanos y que empiecen a ser sustentadas por la ciencia nacional, logrando con ello reducir la brecha existente para acceder al derecho a la salud. Salud para todos los mexicanos; soberana, científica, de excelencia y de bajo costo. Confío en que sí se puede.
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