Por: ISAÍAS CANO MORALES
Las fechas históricas más relevantes de nuestra historia como nación que se celebran en este llamado mes patrio, nos mueven a reflexiones que, aunque superficiales y hasta ingenuas no se pueden evitar, por ejemplo:
Si los héroes que lucharon y murieron por heredarles una patria libre e independiente volvieran a nacer,
¿cuál sería su impresión y reacción al darse cuenta de que su sacrificio, su sangre derramada, a más de 200 años transcurridos, no sólo no ha servido de ejemplo a seguir, sino en sentido rigorista ha sido traicionada por gobernantes sin pizca de patriotismo y sí sobrados de ambición — con excepción de los que se salen de la ignominia– cuya conducta ha rayado en el entreguismo de nuestra soberanía e independencia a intereses extranjeros?
Yendo en ello las riquezas naturales, el territorio mismo, siendo hoy el país en los hechos, colonia como lo fue hace dos siglos de España. Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y qué decir de Peña Nieto para mencionar los últimos, no los únicos, que han emulado a Antonio López de Santa Anna.
Suenan huecos, hipócritas, falsos, los ¡¡¡Vivas a los héroes que nos dieron patria!!! A Hidalgo, Allende, Morelos, la Corregidora, Guerrero, Matamoros, Aldama, en boca de presidentes, de gobernadores, de alcaldes, no pocos de ellos ignorantes de la Historia Patria, quienes henchidos de supuesto fervor patrio ondean el lábaro tricolor, haciendo sonar campanas, émulos de la de Dolores, que sirvió al padre Hidalgo en el poblado de Dolores hace 206 años para iniciar la lucha por nuestra independencia y soberanía, valores nacionales que hoy se esfuman en un mundo globalizado, argumento tras el que se esconden las más altas traiciones a nuestra patria.
Para rematar: ¿Qué importancia se le da en las escuelas de nivel básico a la enseñanza de nuestra historia? Porque resulta que estudiantes de nivel medio superior no saben quién fue Leona Vicario, Narciso Mendoza, Mariano Matamoros, Andrés Quintana Roo, entre otros héroes.