El candidato de la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya, aseguró que buscará el voto católico y el de todos los ciudadanos, pero manifestó su respeto a la libertad religiosa y condenó el asesinato de más de 20 sacerdotes en este sexenio.
Tras salir de su reunión con los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, detalló que lo dejaron exponer su propuesta de gobierno por media hora y después hablaron de la necesidad urgente de recuperar la paz y tranquilidad para las familias, y se sumó al llamado de acabar con las descalificaciones.
A Ricardo Anaya los obispos le plantearon siete temas: el respeto a plenitud de todos los derechos humanos; un sistema económico humano, que trabaje en la reducción de la pobreza y la desigualdad; Estado de derecho; transparencia y la rendición de cuentas, que disminuya drásticamente la impunidad y la corrupción; fortalecimiento y las condiciones de vida digna para las familias; educación de calidad; y la protección al medio ambiente.
Sobre la resolución de la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que acreditó que la Procuraduría General de la República hizo un uso indebido de recursos públicos para afectar su candidatura, Anaya llamó a conducirse con civilidad y que sea la gente quien elija al próximo presidente.
“Esto da cuenta de que es real lo que yo he venido denunciando del uso faccioso de las instituciones del Estado mexicano en contra de mi candidatura, esto confirma que ha habido una guerra sucia ilegal, indebida en mi contra y yo hago un llamado a que nos conduzcamos con absoluta civilidad, a qué el gobierno se mantenga ajeno al proceso electoral y que respeten la voluntad del pueblo de México, que sea la gente la que en estricto ejercicio de su libertad pueda el próximo 1 de julio elegir al próximo presidente de México”.