El gobierno del presidente de Argentina, Mauricio Macri, sumió a un millón y medio de ciudadanos más en la pobreza y 600 mil en la indigencia en sólo nueve meses, reveló ayer un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA).
El centro de estudios presentó ayer su reporte anual del Observatorio de la Deuda Social (OSDA), mismo que confirmó el incremento de pobreza que anticipó el año pasado.
Los datos analizados comprenden el periodo de diciembre de 2015 hasta septiembre de 2016, es decir, los primeros nueve meses de gobierno de Macri.
La conclusión es que en este periodo la pobreza creció del 29 al 32.9 por ciento, lo que significa que hay 13 millones de pobres, de entre los cuales 2.7 millones son indigentes y directamente padecen hambre.
El saldo es negativo para Macri porque 1.5 millones de pobres y 600 mil indigentes cayeron en esas categorías durante el escaso lapso de joven administración.
De acuerdo con Agustín Salvia, investigador del OSDA, en el campo del empleo se reveló una caída de las fuentes de trabajo y un aumento en el subempleo, con una tendencia específicamente en Buenos Aires y en grandes zonas metropolitanas como Rosario, Córdoba, Mendoza y Tucumán.
Las cifras son alarmantes y contradicen las promesas de campaña de un presidente que prometió “pobreza cero” y que ya advirtió que su gestión debe ser evaluada por la reducción de pobreza que, según él, debe dejar en 2019, cuando termine su gobierno.
Además estas son las tasas de pobreza e indigencia más altas desde 2010, y se deben a las políticas de ajuste económico, inflación superior al 40 por ciento, despidos masivos y una recesión económica que, según el gobierno, ya terminó.
De acuerdo con el informe, los indicadores laborales muestran “la persistencia de la pobreza y desigualdades estructurales. Todavía estamos lejos de garantizar los derechos mínimos de inclusión social para una parte importante de la sociedad”.