Por: Francisco L. Bautista
Luego de que se diera a conocer en recientes fechas que operadores, checadores y demás trabajadores de la Ruta 9 emplazaran de manera legítima y con la ley en la mano a huelga e iniciaran una lucha sin precedentes para que sus patrones les respetaran el derecho que tienen ellos y sus familias de contar con las prestaciones de ley, con salarios justos y denunciando que sus jornadas laborales llegan a alcanzar las 17 horas diarias. Aurelio Carmona, presidente de la organización Rutas Unidas que aglutina las rutas de transporte con itinerario fijo 1, 3, 5, 6, 9, 10, 12, 15, 18 y precisamente la 9, aceptó abiertamente que sus trabajadores de ninguna ruta cuentan con prestaciones de ley.
Intentando desviar el cuestionamiento diciendo que los dueños de las rutas pagan ‘a veces’ las cuentas de los choferes cuando se enferman, sin embargo dejó en claro la falta de interés en darles prestaciones de ley.
‘…como trabajadores buscamos la manera de crearles un… programa para ellos, en el cual pues si… ellos no tienen seguro pero los dueños a veces los apoyan con medicamentos o con un hospital o tenemos unas clínicas contratadas que por ahí también cuando se enferman sus familiares pues buscamos la manera de que se atiendan…’ dijo Carmona.
Al ser cuestionado sobre el movimiento que los trabajadores de la Ruta 9 iniciaron, negó que haya tal, asegurando que no existe ningún paro y que a ellos la Junta de Conciliación y Arbitraje no les ha notificado sobre ningún asunto relacionado y amenazó que de ser necesario ‘pelearemos de manera legal’ el asunto.
Para culminar, Aurelio Carmona enfatizó de manera abierta que ‘a lo mejor, no están al cien por ciento sus prestaciones, pero las estamos cumpliendo lo más que podemos’, dejando en claro que no tienen interés en mejorar las condiciones de trabajo de sus colaboradores.
Esta postura del dirigente legitima aún más la lucha que iniciaron hace unos días los trabajadores de la Ruta 9 para solicitar sus prestaciones laborales como lo marca la ley y han asegurado que continúan en pie de lucha para presionar a sus empleadores para que les hagan valer esos derechos.