Por: Javier Bermúdez
A mediados del siglo pasado un sistema de partido hegemónico emanado de la revolución mexicana dominaba la vida política del país, de forma brillante el partido revolucionario institucional supo aglutinar a través de los sectores a los representantes de toda la sociedad , campesinos, obreros, comerciantes y profesionistas, todos cabían y eso le
dio una gran fortaleza al partido y poder político real, no había exclusiones, hasta los sindicatos del poder ejecutivo tenían cabida a través de una federación de sindicatos, era un plan brillante pero cómo pudo un partido tan poderoso con tanta inclusión y tanta representación acabar como lo está ahora el Partido Revolucionario institucional ?
Seguramente como una vez lo advirtió Luis Donaldo Colosio Murrieta las parcelas y las cuotas de poder resultaron discriminatorias, seguramente los dirigentes partidistas no encontraron el mecanismo para aprovechar las capacidades, el talento y la experiencia de los militantes, la soberbia ha sido siempre el común denominador del fracaso de gobiernos federales, estatales, de partidos políticos y de instituciones, cuando se cree que uno es poseedor de la verdad absoluta y no hay oídos para la crítica se pierde el piso, y si a la soberbia le sumamos la ambición económica y política, se produce un caldo de cultivo para que el fracaso político termine con la vida de un partido un gobierno una institución o un sindicato.
Como ejemplo podemos ver lo que le sucedió a la CTM o la FSTSE cuyos dirigentes se cegaron por la ambición y se perpetuaron en el poder acabando con la vida democrática de estas instituciones, si la legitimidad se pierde, se pierde la credibilidad y el rumbo político, como creerle a Joel Ayala , Joaquín Gamboa Pascoe o Carlos Romero Deschamps, y lo mismo ha ocurrido con el PAN , PRD, Movimiento Ciudadano y PT.
están libres de culpa Felipe Calderón , Alberto Anaya, Dante Delgado, los Chuchos del PRD y los juniors del Verde ecologista ?
Tras el triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador emanado del movimiento de regeneración nacional mas no partido político que por cierto no está adherido en la internacional socialista, la crisis de los partidos políticos en la oposición se profundizó, se dice que no hay oposición , aturdidos por el golpe mortal que recibieron el 1 de julio del 2018 o arrepentidos por los errores cometidos, no saben qué hacer y no representan con dignidad a los que no votaron por Morena en la pasada elección federal.
Estarán a excepción de el PT y el PVEM a punto de extinguirse ? , de verdad los grandes partidos políticos de México terminarán su vida política ?
Dicen que en las dificultades están las oportunidades y en especial los nuevos dirigentes de los partidos políticos deberán sacar la casta e iniciar la transformación verdadera, si apuestan al fracaso del nuevo gobierno o a la negociación política el fracaso será inminente, pero que deben hacer ?
Sin duda en primer lugar identificar su acción con la ideología partidaria, fortalecer su democracia interna, reconocer las capacidades,el talento,la experiencia de sus militantes, encontrar nuevas formas de integración partidaria,eliminar las parcelas y cuotas de poder, que en sí mismas resultan discriminatorias, disminuir hasta donde sea posible el pragmatismo, mostrar apertura a militantes y simpatizantes, ampliar el abanico de representación y eliminar la corrupción de los recursos propios, creación de nuevas estructuras eliminando las tradicionales, reforma de sus estatutos y reglamentos internos, formación de cuadros y capacitación política.
Pareciera fácil pero claramente para lograr todas estas acciones se requiere una gran voluntad política y honestidad, la mayor parte de los lideres trabajan para si y no para el partido, hay que aplicar la máxima de que debe haber equidad entre los intereses personales, colectivos y de grupo, todos queremos partidos incluyentes, propositivos, que manden a las elecciones candidatos con honestidad probada y personajes con un gran prestigio humano, profesional y moral, si democratizamos la vida interna de los partidos políticos se democratiza México.