El candidato presidencial de la coalición “Por México al frente”, el panista Ricardo Anaya, exigió a la Procuraduría General de la República no confundir a la opinión pública porque no está acusado de ningún delito “y no ha sido objeto de ninguna diligencia”.
En un comunicado difundido por su equipo de campaña, señalaron que los priistas además de corruptos
“son unos cobardes que avientan la piedra y esconden la mano, tal y como quedó demostrado en la rueda de prensa que realizaron los voceros del candidato José Antonio Meade”.
Señalan que las acusaciones contra Anaya por una presunta triangulación de recursos de una nave industrial de su propiedad, son “guerra sucia orquestada por el PRI para levantar a Meade, que se encuentra en un lejano tercer lugar en todas las encuestas”.
Incluso, explicaron que “en política no hay casualidades”, por lo que el PRI busca crear una cortina de humo para distraer la atención de los presuntos desvíos de recursos señalados por la Auditoría Superior de la Federación durante la administración de Rosario Robles en Sedesol y en Sedatu, y acusan a “José Antonio Meade de ser cómplice de estos desvíos ya que fungió como tapadera”.