Matan a Miriam Rodríguez, activista que logró encarcelar a los asesinos de su hija

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La mujer, que logró por sus propios medios hallar los restos de su hija en una fosa común y que encarcelaran a sus asesinos, Miriam Rodríguez, fue abatida a balazos en su casa en la noche del 10 de mayo, en la ciudad de San Fernando, en el estado de Tamaulipas, al noreste de México.

Su hija Karen Alejandra había sido secuestrada en 2012 y sus restos aparecieron dos años después.

Pese a lograr dar con los asesinos de su hija, Rodríguez no abandonó la causa que había asumido.

Se convirtió en activista e impulsó una red nacional de familiares que buscan a las decenas de miles de mexicanos desaparecidos en la última década por el crimen organizado, el narcotráfico y la corrupción que azota a las instituciones del país.

Por eso sabía que su vida corría peligro y las amenazas que recibía regularmente impedían que se le olvidara.

Mucho más después de que, en marzo de este año, uno de los presos acusados por la muerte de Karen Alejandra se fugó de prisión.

Pese a que ella pidió protección una y otra vez, su vida terminó en el mismo día en que millones de madres en todo México eran agasajadas.

La misión de las Naciones Unidas en México condenó «enérgicamente» el asesinato de Rodríguez.

«La ONU realiza un enérgico llamado a las autoridades para que brinden las adecuadas medidas de protección a la familia de la señora Rodríguez, así como a las otras familias de personas desaparecidas en Tamaulipas, particularmente considerando que dicho Estado encabeza las cifras, según fuentes oficiales, de personas desaparecidas en México», señaló la entidad.

Por su parte, Amnistía Internacional exigió que el asesinato de Rodríguez sea investigado de manera independiente, imparcial y exhaustiva, y señaló que el crimen muestra el peligro al que están expuestos todos los días quienes buscan a sus seres queridos por su cuenta debido a la negligencia de las autoridades.

El colectivo de familiares de desaparecidos solicitó, después de la muerte de Rodríguez, que organismos internacionales tengan una participación más activa en Tamaulipas.

«Ante la poca capacidad e interés del presidente de México, Enrique Peña Nieto, y del gobernador de Tamaulipas, Fernando García Cabeza de Vaca, por atender a las víctimas y pacificar la entidad, lanzamos un llamado de auxilio a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)», señala el comunicado hecho público este 11 de mayo.

El grupo denuncia, además, que el caso de Rodríguez no es el único.

«Cinco compañeras que han solicitado protección y no se las dieron«, indica el colectivo.

«La muerte de la señora Miriam tiene que servir de algo. Tanto dolor nos tiene que llevar a algún lado», reflexiona por su parte Graciela Pérez, aunque después le invade la desesperanza.

«No sabemos quién de nosotros sigue».