El domingo 9 de agosto, a partir de las 12:30 horas, el Teatro Ocampo fue una de las sedes del espectáculo “De tradición y nuevas rolas: Transformación y fusión sonora”, uno de dieciséis conciertos organizados a lo largo de la República Mexicana en celebración por el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
Luego de ofrecer una versión extendida de la actividad en Jojutla el día anterior, las agrupaciones Kamikaze Beat Band y Gurichango tomaron el escenario para ofrecer al público capitalino una muestra de nueva música de géneros diversos, como el rock, el ska, el jazz, la música balcánica y la cumbia, fusionada con la tradición musical de los pueblos indígenas de la región.
Los encargados de abrir el espectáculo fueron los diez músicos de Kamikaze Beat Band, que interpretaron temas como “Kame House”, “Volcánica”, “Son Kamikaze”, “Children of Sánchez”, “Cinco Aztecas” y “Boogie Stop Shuffle”. La mayoría de sus integrantes provienen de la familia Contreras (Uriel, Omar, Oliver y Jairo). Moisés Rodríguez, saxofonista y líder de la banda, explicó: “Kamikaze surge a base de cuatro hermanos que se criaron en la música tradicional de banda, la inquietud de todos es esto, este es el resultado final: tocar música internacional, pero sin perder el espíritu morelense”.
Kamikaze Beat Band es un grupo originario de Jiutepec, Morelos, y fue formada en septiembre de 2012. Surgió de la inquietud de crear un proyecto alternativo, a que la mayoría de sus integrantes tocan en bandas de viento tradicionales. Comenzó como algo experimental, casero, pero fueron surgiendo oportunidades de tocar en festivales y conciertos masivos. Integran instrumentos típicos de la banda tradicional morelense como la tuba, trompetas, trombones y percusiones, complementados con batería y guitarra eléctrica, mezclando los sonidos tradicionales de México y Morelos con ritmos como el rock, reggae, ska, funk, ritmos latinos y balcánicos.
Acto seguido, Gurichango, agrupación de cumbia hispano-náhua que, como Kamikaze, es sumamente numerosa (nueve integrantes), batió güiro, jarana, bajo, guitarra y maracas al ritmo de piezas de nombres nahuas, cuya letra con mensajes de lucha y protección al medio ambiente mezclaba el español con frases en idiomas de la lengua madre.
—Estamos celebrando el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas —dijo el jaranero desde el escenario—. Desde ayer… y para siempre.
Gurichango se formó a finales de 2013 en Cuernavaca, Morelos, con presentaciones en el Foro La Banqueta, en el Taller Guayabo, en el Festival del Maíz, en el Festival del pescado, en el Concierto a la Madre Tierra, en el Foro Che Guevara y en el Foro Cultural Olimpia, por mencionar algunos. La banda cuenta con más de una docena de composiciones propias y originales, que van desde ritmos de como la cumbia, son y merengue, hasta fusiones de son jarocho, todo con un trasfondo espiritual y de concientización planetaria y ambiental, concepto con intenciones de rescatar y promover las raíces culturales que nos toca vivir, todo ello acompañado de un buen ritmo para bailar.