Cinco días después de que civiles armados incursionaron y tomaron el control de la cabecera municipal de Chilapa, una localidad del centro de Guerrero, el grupo acordó con las autoridades federales y estatales retirarse de la zona, confirmaron fuentes de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de Gobierno del estado.
El acuerdo se dio este jueves en una mesa de negociación, que se levantó por la tarde sin que hasta esta noche se hayan detallado los puntos pactados.
Las inmediaciones de la mesa fueron resguardadas por el Ejército, la Policía Federal y la Gendarmería.
El grupo de civiles armados entró a la cabecera municipal de Chilapa la tarde del sábado, cuando tomó el cuartel de la policía municipal y el control del armamento que estaba en el edificio, bajo el argumento de que la agrupación asumiría las tareas de seguridad pública.
La tarde del lunes, dos días después de la toma, los hombres y las autoridades avanzaron en primeras negociaciones y acordaron que los individuos devolvieran las armas en su poder.
Sin embargo, hasta ahora no se había pactado el retiro del grupo, cuya presencia había causado tensión entre los habitantes del municipio, según el órgano estatal de derechos humanos.
Chilapa es un municipio que en los últimos días ha captado la atención nacional por hechos de violencia, en particular por el asesinato del candidato priista a la alcaldía, Ulises Fabián Quiroz, a un mes de las elecciones del próximo domingo 7 de junio.