El pasado sábado nos enteramos que en una de las colonias más antiguas y populares de Cuernavaca, había sido encontrado el cuerpo sin vida de una niña de tan solo 6 años de edad, con huellas de abuso sexual, los mismos medios de comunicación relataron que se sospechaba de un sujeto que fue captado por una cámara de vigilancia saliendo del domicilio cargando un tanque de gas.
De inmediato la sensación que mostró mi cuerpo fue de coraje, repulsión y asco, me generó mucha impotencia y ganas de que lo que yo estaba leyendo no fuera verdad, pero desafortunadamente esa es parte de un hecho que si ocurrió, y aunque prefiriéramos pensar que es un hecho poco común, en nuestro país es algo recurrente.
Las reacciones en redes fueron diversas algunas de indignación pero me llamaron poderosamente la atención, aquellas en donde se preguntaba dónde estaba la mamá de la niña, cuando el único culpable de una violación es el violador, el único responsable de un feminicidio es un feminicida y si iban a preguntar dónde estaba la mamá, deberían haber preguntado dónde estaba el papá y lo primordial, la niña estaba en una casa, no en una avenida o el campo y aun cuando estuviera, lo normal tendría que ser que la niñez pudiera estar sola en su casa, en la calle en cualquier espacio. Sin embargo la reacción inmediata fue, para muchas personas, responsabilizar a alguien externo del perpetrador de lo que había ocurrido, es increíble cómo hemos interiorizado tanto el hecho de que a las víctimas se les cuestione todo y a los indiciados e imputados siempre encuentran la forma de disculparlos hasta en algunos medios de información y con la ayuda de la autoridad, justificarlos diciendo que era adicto, no todo los delincuentes son adictos, ni todos los adictos son delincuentes, tampoco es una justificación el decir que está loco, para mí, sin hacer una valoración psicológica y aventurándome, no es un sujeto que padezca de sus facultades, al contrario infiero que tan sabía lo que hacía que se va con toda tranquilidad y hasta se da el lujo de robar un objeto pesado, como lo es el tanque de gas, porque creyó que no tendría consecuencias sus actos de violencia con los que le robó los sueños y vida a una pequeña que sus últimos segundos de debió de haber tenido miedo y dolor. Y todo esto me hace pensar que cada día la violencia es más cruda, más cercana, mas terrible y dolorosa y por mucho que nos acostumbremos a los asesinatos diarios en Morelos, todavía la violencia de un o una menor nos cimbra eso quiere decir que tenemos esperanza de poder hacer algo de trasformar, de trabajar y de darles a los niños y niñas un lugar donde puedan estar solos, en cualquier espacio público o privado, sin la preocupación de ser víctimas o agredidos, un lugar donde puedan vivir en libertad, trabajar en conjunto para lograrlo es tarea de toda la sociedad.
Nota: El día martes anunciaron la detención del probable responsable ahora esperemos que hayan integrado la carpeta de investigación de forma adecuada para qué el juez tenga elementos suficientes para darle el castigo que merece. No olvidando que debe ser juzgado como feminicida y violador. #Morelos #ConL@sNiñ@sNo.
Cielo.