Por: Eduardo Vázquez
En los últimos cuatro años, donde la magistrada presidente del Poder Judicial ñ, María del Carmen Verónica Cuevas López ha prevalecido un tema de corrupción e impunidad, ya que el mayor número de ex funcionarios han sido beneficiados por las actuales autoridades Judiciales.
De acuerdo con el magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Carlos Iván Arenas Ángeles denuncian que a muchos ex funcionarios de la administración pasada del gobierno; les han judicializado carpetas y han resultado absueltos por deficiencias en su integración o formulación de imputación o peor aún con la complicidad de funcionarios judiciales.
Calificó como un secreto a voces que al interior del TSJ, existe una red de malos funcionarios (que son los menos) que responden a intereses ajenos a la justicia; y no se está haciendo nada por atacar este cáncer.
Mencionó que en Morelos continúa con la designación de jueces y secretarios y actuarios sin previo examen o concurso de oposición, incumpliendo con lo mandatado en la constitución.
“Al respecto ya son muchas ejecutorias de amparo que dan constancia de lo que se asevera. Prueba de ello son las recientes ejecutorias de amparo en revisión que dan cuenta de los abusos y excesos cometidos por la actual administración del Tribunal Superior de Justicia”.
El impartidor de justicia reveló que en los últimos años las adscripciones no están reguladas, ni hay criterios; no existe el interés de usar dichos criterios con una forma programática de una política pública para mejorar el Poder Judicial ni para servir como instrumento para abatir el nepotismo y la corrupción.
En la actual administración del Tribunal han venido utilizando las adscripciones “para institucionalizar los conflictos de interés” que se dan en ciertos juzgados y circuitos por el nepotismo.
“En mi opinión, hoy en el Poder Judicial está realmente inundado por redes familiares que genera conflictos de interés. No se está combatiendo con energía al nepotismo y la corrupción y por el contrario ya se institucionalizó. No hay quien impulse a jueces de calidad”.
Por ello, exhortó a sus compañeros a que se sumen aún cambio que requiere el Poder Judicial; porque todos los días se requiere renovar esfuerzos para fortalecer nuestra legitimidad y para demostrar en los hechos nuestro compromiso y nuestra independencia.
“El combate efectivo a la corrupción requiere necesariamente de una voluntad política para implementar una cultura de la honestidad judicial, a través de medidas aplicables a la profesionalización, selección y nombramiento, adscripción, ascenso evaluación y disciplina en el marco de la carrera judicial, que hoy es nula. Por su parte el nepotismo es uno de los que más ha dañado en los últimos años la imagen del Poder Judicial en Morelos”.