Por:Jordi Messeguer
El pasado 31 de julio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la encuesta nacional de ingresos y gastos en los hogares 2018. Esta encuesta representa el repositorio de datos más importantes para caracterizar los hogares en nuestro país y por ende, las profundas desigualdades que existen.
El primer dato que destaca es que se estima que en nuestro país vivimos 125 millones de personas y en promedio, 3.6 personas por cada hogar.
Si dividimos los hogares por su ingreso en grupos, obtenemos un dato demoledor. El 10% de los hogares más ricos del país ingresa en promedio 1,853 pesos por día; en contraste el 10% más pobre del país ingresa apenas 101 pesos diarios. La diferencia es abrumadora y más aún cuando recordamos que el salario mínimo es de 102 pesos diarios. Es decir, el 10% de hogares más pobres, ni siquiera alcanzan un salario mínimo diario.
Cuando comparamos por sexo, resulta que los hombres con dos hijos reportan el mayor ingreso con 10,000 pesos mensuales. Esto lo comparamos con el ingreso que reportan las mujeres con dos hijos con 5,500 pesos mensuales. Es decir, en promedio los hombres ganan el doble que las mujeres.
Otro dato abrumador es el ingreso en hogares que se declaran indígenas en donde apenas superan los 4,000 pesos mensuales, comparados con los 17,000 pesos promedio del país.
La escolaridad es otro factor que define el ingreso en un hogar. Los hombres con primaria concluida reportan un ingreso mensual de 3,600 pesos mientras que aquellos hombres con posgrado o equivalente reportan ingresos por 37,000 pesos mensuales. Uno a diez. Como era de esperarse en el caso de las mujeres y por escolaridad las diferencias siguen siendo muy marcadas: las mujeres que reportan tener únicamente la primaria completa ingresan en promedio 1,900 pesos mientras que aquellas con posgrado poco más de 20,000 pesos.
Ahora respecto al gasto en los hogares la encuesta revela que gastan más en alimentos y bebidas, seguido de transporte y educación.
Por último, por estado de la república resulta que los hogares con mejores ingresos están en la Ciudad de México seguidos de Nuevo León con ingresos de 26,000 y 23,000 pesos mensuales respectivamente. Morelos se encuentra en el lugar 22 con un ingreso promedio por hogar equivalente a 14,500 pesos.
Todas estas cifras nos obligan a reflexionar sobre el país que tenemos y el país que queremos. Vivimos en un país donde hay una brecha marcada entre lo urbano y lo rural. Aún cuando la mayor parte de la población se concentra en centros urbanos, hemos abandonado nuestro campo y la desigualdad se refleja. Tenemos una brecha marcada por sexo; con condiciones similares de maternidad/paternidad o de estudios, por ejemplo, persisten diferencias significativas de más del 50%. Por último tenemos una amplia diferencia por nivel académico entre quienes tienen acceso a una educación superior y quienes no.
Estas diferencias siempre provocan tensiones y son claramente el objetivo del actual gobierno. Cuando escuchamos “primero los pobres” nos debería llevar a estas desigualdades, nos debería empatizar y encontrar con esos hogares que subsisten en el mejor de los casos, con un salario mínimo.
Si no empezamos ahí, no tenemos futuro como país.