Detrás de la Ciencia: Inseguridad: Promesas, pero ¿cómo le van a hacer?

El azote de la inseguridad y la violencia ha derrumbado la prosperidad y afectado el bienestar de las familias morelenses. A ello se suman graves deficiencias en materia de salud, educación, infraestructura y servicios municipales, apoyos económicos para recuperar la economía y el empleo, procuración de justicia, etc. Así, esta desastrosa situación nos hace muy atentos a los compromisos de cambio de los hoy candidatos, desafortunadamente, no podemos saber si cumplirán, si traicionarán como frecuentemente acostumbran o si finalmente nos tocará la lotería, pero lo que sí podemos exigir es que manifiesten algo más que promesas y señalen en el debate público cómo pretenden cumplirlas. La diferencia entre los candidatos que lo hagan o no será un criterio útil para que como ciudadanos distingamos entre quienes sí vienen a trabajar para el pueblo y quienes vienen a vivir a costa de él para solo ser los gerentes en turno del desastre.

Los morelenses merecemos servidores públicos que encabecen con dignidad a nuestras instituciones, pero también con inteligencia y arrojos para cumplir con la deuda histórica que el Estado tiene con nosotros, particularmente en la restauración de la paz y la prosperidad, abatidas desde hace varios sexenios. Para ello, es necesario que votemos por quienes muestren capacidad e intención manifiesta para asumir el liderazgo de proyectos políticos integrales que sumen a las capacidades locales para detonar la transformación. Proyectos que sumen a los sesos y fuerzas sociales representadas por los profesores, científicos y juventudes universitarias, un gran privilegio que ha sido desperdiciado por una cultura política que no entiende que mejorar las vidas de los morelenses requiere evolucionar y no sólo dar vueltas alrededor de lo mismo, que no entiende que hay que construir desde el diálogo y el conocimiento de unos y otros.

Votemos por aquellos candidatos con la capacidad y voluntad de asumir el liderazgo de proyectos que sumen fuerzas y no carismas vanidosos que se inflan de promesas vacías, egolatría y tiranía. Candidatos que comprendan la función de nuestras universidades, institutos y centros de investigación para conducir los beneficios de la ciencia y la tecnología para el desarrollo de un Estado moderno, caracterizado por libertad, justicia y bienestar para todos. Ningún candidato debiera ser considerado si no es capaz de expresar con absoluta claridad el cómo se articulará con las instituciones educativas y científicas para generar las soluciones que pretenden implementar, es decir, soluciones de fondo y no soluciones por encimita que solo esconden los problemas debajo del tapete. No podemos más con la política mezquina, ocurrente y caprichosa que tanto daño ha causado a nuestro estado.

La sociedad morelense merece que a sus cerca de 2,000 científicos y más de 40,000 estudiantes universitarios se les dé la oportunidad de luchar por la recuperación de nuestra paz, bienestar y dignidad. Por ello, hoy les comparto un ejemplo de vinculación entre instituciones y gobiernos que podría darse para atender la inseguridad en al menos tres ejes estratégicos, señalando por una parte algunas de las instituciones morelenses que cuentan con profesores e investigadores expertos, así como estudiantes en distintos programas de estudio, indispensables para acelerar la generación de diagnósticos y soluciones (desde el servicio social hasta el doctorado) y, por otra parte, a las dependencias gubernamentales pertinentes. No pretende ser un ejercicio exhaustivo, hay más instituciones y programas de estudio que pueden sumarse desde estas y otras instituciones.

Decidir hacer realidad esta vinculación estratégica y especializada es responsabilidad de quienes encabezan a las instituciones educativas y científicas, públicas o privadas e instancias gubernamentales, sin embargo, es nuestro derecho exigirla como ciudadanos y contribuyentes y debatirla públicamente, pero también es nuestra obligación el conocer los beneficios de la ciencia y disfrutar el bienestar que generan. Lo que no se puede es continuar embodegando el conocimiento y el talento mientras nuestra realidad arde en la violencia y la miseria.

1.- Reconstrucción de la paz en nuestras comunidades: El crimen organizado y la violencia han destruido miles de familias y con ello el bienestar y la prosperidad de nuestras comunidades. Después de muchos años en los que han imperado estas circunstancias, no podemos pretender recuperar el bienestar sino a partir de la restauración de la identidad y la cultura de nuestros pueblos, construyendo la paz desde la autoorganización no violenta y sostenible, enmarcada en el diálogo político constructivo, la legalidad, el respeto a los derechos humanos y la defensa de la tierra y los recursos naturales; todo con miras a construir una vida digna y libre para todos.

2.-  Salud mental y bienestar de policías: Pocas veces pensamos en lo importante que es cuidar la salud de quienes nos protegen, sin embargo, es indispensable procurar policías sanos para contar con ellos como aliados. Debemos entender cómo el desempeño de su trabajo afecta su salud mental, física y emocional y cómo carecen de capacitación para el desarrollo de habilidades y herramientas para resolverlo, así como el escaso o nulo acceso a profesionales especializados para apoyarlos y brindarles contención en momentos de crisis. No podemos esperar que nos cuiden a quienes no cuidamos, debemos construir una reciprocidad solidaria entre nuestros policías y sus comunidades.

3. Datos y tecnologías en Seguridad: El uso de tecnologías es indispensable para una estrategia de seguridad pública moderna. Optimizar la recolección y análisis de información valiosa para la toma de decisiones preventivas, así como para la detección de delitos en tiempo real, el desarrollo de Apps o Tic´s que permitan eficientar los tiempos de respuesta, así como la creación de programas de proyección y de detección de tendencias de posibles crimenes y zonas de atención prioritarias y la detección de crímenes sofisticados que se realizan mediante el uso de distintos tipos de telecomunicaciones. Su uso es crucial incluso para vigilar la correcta actuación de los policías e identificar conductas que violenten los derechos de los ciudadanos.

Por supuesto, la vinculación debe también articular a la sociedad civil organizada, a organismos internacionales y a la iniciativa privada, incluyendo instituciones de educación superior privadas. Se requiere de la voluntad de unos y otros y de espacios que promuevan encuentros y concreten acuerdos en favor de la sociedad. Considero que son los gobiernos los que tienen la mayor responsabilidad para hacerlo desde su dominio del poder político y de los recursos públicos, sin embargo, tampoco son indispensables.

Los candidatos que hoy aspiran a dirigir los espacios de gobierno deben ser claros en cómo harán realidad sus promesas. Conocer y movilizar a nuestros talentos y juventudes universitarias debe ser un requisito indispensable para hacer política en nuestro estado.