Por: Dr. Iván Martínez Duncker
En palabras del premio Nobel y gran físico estadounidense Richard P. Feynman: “Para aquellos que no conocen las matemáticas es difícil sentir la belleza, la profunda belleza de la naturaleza…Si quieres aprender sobre la naturaleza, apreciar la naturaleza, es necesario que entiendas el lenguaje en el que se comunica”. Las matemáticas no sólo son útiles, también pueden ser divertidas y no tienen que ser el coco de nadie. Hoy les comparto la entrevista con el Dr. Rogelio Valdez Delgado, científico matemático del Centro de Investigación en Ciencias (CINC) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Gracias Rogelio por la entrevista, por favor cuéntanos ¿Cómo te hiciste matemático y en qué te especializas? Estudié la carrera de Matemáticas en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ahí mismo estudié la maestría y más adelante me fui a la Universidad Stony Brook en Nueva York, Estados Unidos a estudiar el doctorado en matemáticas. Mi formación académica es en sistemas dinámicos holomorfos, que es básicamente hacer cálculo diferencial e integral, pero en los números complejos en lugar de los números reales. Actualmente soy profesor-investigador de tiempo completo en la UAEM, y mis actividades principales son la investigación en mi área, así como impartir dos o tres cursos al año, tanto a nivel licenciatura como a nivel posgrado. Además, organizo la Olimpiada Mexicana de Matemáticas (OMM) a nivel nacional.
¿Cómo te interesaste en las matemáticas? En general, nunca tuve «problemas» en las clases de matemáticas, sin embargo, mi idea cuando estaba en la secundaria en Santa Bárbara (un pequeño pueblo del sur del Estado de Chihuahua), era estudiar una ingeniería, tal vez en química o algo relacionado. Al ingresar al colegio de Bachilleres, en la ciudad de Chihuahua, durante el primer semestre vi un poster de la OMM, donde se estaba organizando el Tercer Concurso Nacional, esto fue en 1989. El poster llamaba la atención pues mencionaba que los ganadores irían representando a México en una competencia internacional en China.
Al acercarme a mi profesor de matemáticas para preguntarle del concurso, me dijo que era algo muy difícil. Al año siguiente volví a ver el mismo póster y pues ya me animé a participar, inscribiéndome directamente a la etapa estatal. En resumen, represente dos años a Chihuahua en el Concurso Nacional de la OMM, en 1991 y 1992. Por mis resultados en este concurso, fui preseleccionado para participar en los entrenamientos nacionales que daban profesores de la UNAM, del Centro de Investigación en Matemáticas y del Instituto Tecnológico Autónomo de México. En los entrenamientos, al platicar con estos profesores, me di cuenta de que se podía estudiar matemáticas como una carrera (hasta antes de esto, no lo sabía).
¿Son difíciles las matemáticas? Las matemáticas son la base para casi cualquier carrera científica, ya que son herramientas que hoy en día se usan de forma regular en varias disciplinas. Pero, además, el proceso de razonamiento lógico de las matemáticas hace que quien lo use adquiera la habilidad y costumbre de siempre cuestionar la veracidad de las cosas y tratar de encontrar un razonamiento acorde a la naturaleza de lo que se les presente, lo cual tiene implicaciones para pensar y deducir cosas en la vida normal de una persona.
En cuanto a que las matemáticas se perciben como difíciles, a veces tiene que ver con el hecho de que parezcan aburridas o repetitivas, en mi opinión, esto tienen que ver con el sistema educativo mexicano, donde principalmente se enseñan memorizando conceptos o reglas, y se olvida la parte del razonamiento lógico que puede ser muy atractivo para los niños. Esto se nota, por ejemplo, cuando los alumnos llegan a la universidad y no saben ni siquiera los conceptos más básicos.
El problema no solo está en las preparatorias, viene desde la primaria, pero para arreglarlo se necesita el aval de la Secretaría de Educación Pública, con quien siempre es muy difícil tan solo acercarse. Por eso, le recomiendo a los padres que lleven a sus hijos a lugares donde enseñen matemáticas de otra forma, por ejemplo, acercarlos a la OMM o al Centro de Investigación en Ciencias de la UAEM, donde hay cursos los sábados que les podrían interesar. Sólo hay que estar pendientes de las convocatorias.
¿Tiene caso aprender matemáticas cuando ya somos adultos? Claro, en el CINC impartimos un diplomado de matemáticas, y la gran parte de la gente que lo está tomando son adultos que tiene interés por saber más de las matemáticas, por razones profesionales algunos, pero otros por el solo gusto de aprender. Nuevamente esto les puede ayudar a desarrollar el pensamiento lógico en general.
¿Cómo te involucraste en la Olimpiada Mexicana de Matemáticas? He participado en todos los aspectos de la Olimpiada, la cual se creó hace 34 años con dos objetivos, primero, promover el estudio de las matemáticas entre los estudiantes pre-universitarios y de esta manera promover el interés para que más gente estudiara la carrera de matemáticas en el país. El otro objetivo fue seleccionar alumnos que representaran a México en la Olimpiada Internacional de Matemáticas pues se empezaron a recibir invitaciones formales para participar. Fue entonces cuando se fusionaron dos concursos de matemáticas que había en Sonora y en Yucatán para organizar el Primer Concurso Nacional de la OMM en 1987.
Yo participé en los concursos nacionales en 1990 y 1991. Después, al ingresar a la carrera de matemáticas, fui invitado varios años como parte del jurado a revisar el examen. Al regresar a México del doctorado en 2004, me incorporé a la OMM en el Estado de Morelos organizando el concurso estatal y haciéndome cargo de la parte académica. En ese periodo, Morelos ganó por Estados el Concurso Nacional en el 2004, 2008 y 2010. A partir del 2011, me incorporé al Comité Nacional de la OMM, haciéndome cargo de los entrenamientos de las selecciones mexicanas rumbo a las olimpiadas internacionales, por ejemplo, en el 2013, México obtuvo el lugar 17 en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, el mejor lugar hasta ahora.
Desde el 2016 soy presidente del Comité Organizador de la OMM. Lo más relevante de mi paso por la Olimpiada ha sido, para empezar, haber participado en dos concursos nacionales, haber sido líder de México en varias olimpiadas internacionales y también haber tenido la responsabilidad de organizar una Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas este año. La OMM se ha convertido en la competencia de matemáticas más importante en el país y se tienen indicios claros del impacto que ha tenido en la promoción de las matemáticas entre los estudiantes, tanto de preparatoria, como de secundaria y más recientemente de primaria. Esto ha generado que más alumnos se interesen en la ciencia en general.
¿Hay mercado laboral en México para los matemáticos? La gran mayoría de los que estudian algún doctorado, ingresan a trabajar en alguna universidad del país como docentes o como investigadores, pero hay pocos espacios disponibles. En algunos casos particulares, se han abierto espacios laborales en la bolsa de valores o en el banco de México, y en menor medida en algunas empresas como asesores, pero esta costumbre no está tan arraigada como en los países desarrollados económicamente. Los matemáticos que solo estudian una licenciatura o maestría, en su gran mayoría, imparten clases en escuelas de medio superior o en algunas universidades.
¿Se puede estudiar matemáticas en la UAEM? Si, en el CINC de la UAEM, donde dentro de la Licenciatura en Ciencias, está el área terminal de matemáticas, que permite cursar una carrera típica de matemáticas con un enfoque general más en la parte teórica de las matemáticas, aunque se pueden llevar ciertas materias que te permiten tener ciertos conocimientos de matemática aplicada, sobre todo a la biología y las finanzas.
Agradezco a Rogelio el compartirnos su trabajo en favor de nuestros jóvenes. Somos un país con una juventud severamente rezagada en competencias matemáticas, lo cual impacta negativamente en el desarrollo de México. Por ello, el sistema educativo mexicano necesita fomentar la pasión por los números, dotando a los ciudadanos de un lenguaje que les permitirá tomar mejores decisiones en las más diversas circunstancias, fomentando además una mayor vocación de los jóvenes por el trabajo científico, una labor que nuestra nación debe promover si hay un compromiso honesto para superar nuestros desafíos, presentes y futuros.
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