En la Cámara de Diputados, los integrantes de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se negaron a reconocer que en la sesión donde se aprobó el Presupuesto de Egresos 2018, hayan cometido ofensas o lanzado gritos homofóbicos contra el diputado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Ariel Juárez.
Aunque la semana pasada utilizaron censurado grito de “¡ehhhh, puto!” en su contra y hasta en cuatro ocasiones, lo que incluso propició un pronunciamiento del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), este martes los diputados priístas dijeron que en realidad le gritaron “bruto” al congresista.
Incluso, la diputada Arlet Mólgora, una de las involucradas en la polémica, afirmó que se quedó corta en los dichos hacia el diputado Juárez Rodríguez.
En coincidencia con la también diputada priísta Carolina Monroy y el propio coordinador parlamentario César Camacho, Mólgora Glóver señaló que su compañero en San Lázaro ya tiene “hartos” a los integrantes del tricolor, que están dispuestos a lanzarle improperios más fuertes.
“No hay ningún agravio, la palabra que se pronunció fue un calificativo, un calificativo de la palabra bruto, ¡Y ese diputado se merece eso y más!”, replicó.
“Si ustedes analizan todo lo que el diputado ha propiciado, las veces que se ha subido a Tribuna, ya estamos cansados y ya estamos cansadas de todas esas veces en las que nos está agrediendo, nos está faltando al respeto”, abundó.
Tras recordar que al inicio de la Legislatura, Juárez Rodríguez también ofendió a los integrantes del PRI, al lanzarles monedas de chocolate, la congresista reconoció que al calor del debate los ánimos se encienden y ella y sus compañeras de partido reaccionaron.
La priísta insistió en que ella y sus compañeras no le gritaron “puto” al legislador de MORENA, sino que le dijeron: “¡ehhh, bruuutooo!”.
En el incidente participaron las diputadas Rocío Montoya, del Estado de México; la ex vicepresidenta de la Cámara, Gloria Himelda Félix Niebla; Sara Latife Chávez Ruiz, de Quintana Roo; Cristina Sánchez Coronel, del Estado de México; Jasmine María Bugarín Rodríguez; de Nayarit; Xitlalic Ceja García, de Puebla; y la diputada guanajuatense y ex vicepresidenta de San Lázaro, María Bárbara Botello.
Ésta última, es decir, la diputada Botello Santibáñez, reconoció que tomo parte en los hechos, pero aclaró que en su caso particular, no le dijo “puto” al diputado Ariel Juárez, sino “bruto”.
Por su parte, el coordinador Camacho Quiroz dijo que en su bancada no se sienten aludidos por el Conapred y por lo tanto no responderán nada al exhorto de ese organismo, pues a su parecer “no hubo agravio”.
“El PRI no acusa recibo de estos señalamientos porque mis compañeras nunca gritaron lo que dicen que hicieron. La expresión fue distinta: bruto. Para que haya desagravio, debe haber agravio. Nosotros al revés, estamos agraviados por la actitud grosera, falaz de quién estaba haciendo uso de la palabra”, justificó.
En su oportunidad, la diputada Monroy del Mazo, que fue la promotora del Código de Ética vigente en la Cámara, arremetió de lleno contra el diputado Juárez Rodríguez, al que identificó como el responsable de que sus compañeras de partido le hayan lanzado las polémicas porras.
Al pedir a los medios de comunicación “ser objetivos” y no enfilen sus críticas hacia los priístas, sino al parlamentario que suele agraviar y denostar a su partido en cada oportunidad que tiene, la ex secretaria general del PRI afirmó que ningún insulto es justificable, pero el integrante de Morena las provocó.
La legisladora mexiquense minimizó el hecho al aseverar que los gritos lanzados a su compañero, más que homofóbicos, se hicieron como “un juego, una broma”.
“Observo un mayor cuestionamiento hacia lo que en mi opinión, repito, sin que lo justifique fue una broma, yo estaba en la fila de atrás y que conste que yo no participé, eh. Fue como un juego que observé entre ellas, no lo justifico, pero él es un patán”, abundó.
Añadió que a su consideración, en la Cámara de Diputados no deberían tener cabida congresistas como Ariel Juárez y sus compañeros de Morena, porque le ofende que gente “con tan poca preparación” e “ignorantes” tengan un lugar en el Legislativo.
“Que si se estima procedente, se pueda hacer una revisión de fondo de esto, desde los insultos cotidianos de Ariel, de los que personalmente estoy bastante cansada. Y me ofende que gente con tan poca preparación esté en la Cámara. Es lo que ellos saben hacer, es a lo que llegaron aquí y son solamente un grupo de ignorantes”, sentenció.