Las filas kilométricas de adultos mayores para recibir la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, que se veían en la alcaldías Magdalena Contreras y Milpa Alta, desaparecieron durante el tercer día de inmunización en la Ciudad de México.
Desde esta mañana, la afluencia de adultos mayores disminuyó e incluso, el proceso de registro para obtener la dosis se agilizó.
En la unidad de vacunación de la Escuela Secundaria Emiliano Zapata, ubicada en Pueblo de Villa de Milpa Alta, se han inmunizado cerca de 60 personas y su estancia aquí es de máximo una hora.
En esta ocasión se advierte de forma clara en la entrada de la unidad, que la vacuna es “solo para habitantes de Milpa Alta”, luego de que ayer personas provenientes de Xochimilco lograron aplicarse la dosis.
“Únicamente se aplicará la vacuna a la gente de Milpa Alta y que tengan 60 años cumplidos. Gracias”, dice un cartel colocado en la entrada. MILENIO realizó un recorrido por esta unidad y pudo constatar que no hay fila de espera para ingresar.
De hecho, los familiares acuden con su automóvil a la entrada de la escuela y bajan a su adulto mayor, quien es recibido y apoyado por personal del gobierno capitalino para que ingresen de inmediato. Habitantes de esta demarcación señalaron que esto se debe, posiblemente, a que hoy deben acudir personas que su apellido paterno inicie de la Q a la Z o que no cuenten con apellido.
“Es un rayito de luz entre tanta epidemia y fallecimiento que tenemos. Es una esperanza. La verdad es que yo creo que viene poca gente porque ya son las últimas letras del abecedario” señaló Enedelia Reyes de 66 años. Quienes ya se vacunaron se mostraron contentos y listos para recibir en los próximos meses la segunda dosis.
“Somos campesinos, estamos acostumbrados al piquete de espina y ése duele más que el de la inyección de la vacuna. Hay que aplicársela para estar sano y seguir viviendo más”, concluyó José López de 78 años.
Mientras que en la alcaldía Magdalena Contreras, MILENIO detectó que en el módulo de vacunación, ubicado en la Clínica 22 del Instituto del Seguro Social (IMSS), en las calles Río Chico y San Ramón, colonia San José El Batán, tampoco hay largas filas y la mayoría de las sillas están vacías.
Además de que se realizan todas las normas sanitarias como la sana distancia, la aplicación de gel antibacterial y toma de temperatura.
«Nos avisaron que ya había vacunas, es un piquetito y no duele, en el área de observación descansamos a ver si teníamos algún síntoma y luego nos retiramos, el proceso fue muy rápido», dijo una habitante de Magdalena Conteras, quien llegó acompañada de su esposo.
Los módulos de vacunación son resguardado por elementos de la Guardia Nacional (GN) resguardan el área ante cualquier eventualidad, así como personal de la secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).