En plena campaña de vacunación contra el COVID-19 en Alemania, las autoridades sanitarias de la región de Baja Sajonia pidieron a 8 mil 500 personas que ya habían sido inoculadas contra el coronavirus que vuelvan a vacunarse debido a que pudieron haber recibido una inyección con agua salina.
Las autoridades alemanas descubrieron que una enfermera de la Cruz Roja aplicó de entre el 5 de marzo y 20 de abril en un centro de vacunación de Frisia inyecciones con suero; escandalo fue descubierto el pasado 21 de abril.
De acuerdo con el relato de la enfermera, ésta no utilizó la vacuna de Pfizer-BioNTech en seis vacunaciones debido a que no quiso informar de que se le habían caído los virales.
Como era de esperarse, la enfermera fue retirada de su puesto y ahora se encuentra bajo una investigación, en caso de que se declaré culpable podría pasar hasta diez años tras las rejas.
Personas adultas, las afectadas
De acuerdo con el portavoz del Ministerio de Sanidad de Hannover, entre las personas que pudieron haber recibido una inyección con agua salina se encuentran personas mayores de 70 años de edad, las cuales son propensas a sufrir más daños por el coronavirus.
«Esto me preocupa especialmente, porque se trata de las personas que más queremos proteger”, señaló Sven Ambrosy, jefe del distrito de Frisia, quien recalcó que 8.7% de la población del distrito alemán tendrá que ponerse una dosis adicional de la vacuna contra el COVID-19.