Cómo resultado de varios estudios exhaustivos sobre las afectaciones del calentamiento global y la repercusión del efecto “espejo” en el entorno ambiental de Cuautla, Yecapixtla y otras municipalidades de la zona oriente de Morelos, especialistas en biología exhortan a los tres niveles del Gobierno a cumplir con los tratados internacionales (Naciones Unidas) y las leyes ambientales que por decreto obligan al Estado garantizar, proteger, conservar la vida, flora y fauna dentro del ámbito de sus competencias.
El biólogo Francisco García, activista ambiental e integrante de la Asamblea Permanente de Pueblos en Morelos (APPM), expresó que para la percepción general sobre los cambios climáticos no se requiere de mucha información académica, dado que el termómetro natural (medio ambiente), ya envía señales claras sobre cómo está la temperatura.
En la región Oriente, subrayó que en los últimos 30 años la onda de calor subió un grado y medio (1.5) principalmente en Cuautla “ese aumento es muchísimo, pareciera que no lo es pero los mensajes lo percibimos de la misma naturaleza”.
Además cuestionó la débil política pública o planes sustentables que implementan los gobiernos sobre este importante rubro que nada hacen para revertir los daños colaterales ocasionados por los efectos invernaderos.
Consideró que el proyecto de la planta Termoeléctrica de Huesca, degradará el entorno ecológico de donde subyacen las maniobras a costa de la negativa de la población y los campesinos.
El ambientalista expresó que existe un apartado vigente hasta el 2035 de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la cual impide el uso de los afluentes y manantiales naturales para fines industriales “entonces nosotros no estamos mal, sólo reclamamos los derechos de nuestros antepasados, de la historia, para producir los alimentos que necesitan los mexicanos, por eso no pueden llevarse el agua para la Termo, el agua es de los campesinos” finalizó.
