Por Aurelio Ortega Cuevas
Soy un empresario mexicano que como muchos, me encuentro recluido en casa ante la contingencia que vivimos, derivada de la pandemia del Corona virus COVID 19.
La semana pasada, me vi en la necesidad de suspender la operación de mis empresas, una Constructora, una comercializadora de muebles de oficina y un Restaurante de comida italiana.
Hoy he querido escribir estas líneas; en principio para ordenar mis ideas, ya que durante este tiempo, he experimentado una serie de sentimientos encontrados, derivados de la problemática que estamos enfrentando y, por la otra, como un ejercicio de terapia ocupacional.
Si soy franco, debo decir que hace tiempo veía venir este problema, el cual me recordó aquel año de 1985, cuando nuestro país vivió uno de los sismos más devastadores de nuestra historia, así mismo me recordó la epidemia de H1 N1 del 2009, justo cuando estábamos en proceso de instalación y montaje del restaurante en San Miguel de Allende Guanajuato y, cómo a pesar de las dificultades, logramos arrancar con un proyecto en el que francamente yo carecía
de experiencia previa, sin embargo y gracias al entusiasmo tanto de mi hija, como de nuestro exsocio italiano, ambos chefs de profesión, pude conocer el giro gastronómico, que sin duda ha sido para mí una de las más ricas experiencias.
Hoy 26 de marzo del 2020, aquí me encuentro en casa tratando de dilucidar la forma como haremos frente a una crisis inédita, no solo en materia de salud, que de suyo es muy preocupante, sino también y no menos preocupante, una profunda crisis económica.
Una de las primeras decisiones que hemos tomado, ha sido la de no despedir a ninguno de nuestros empleados, lo que implica para nosotros un profundo compromiso de mantener las nóminas de todas las empresas. ¿Cómo le vamos a hacer?, francamente no lo sé con exactitud, ya que ni siquiera sabemos a ciencia cierta, cuánto tiempo durará esta situación. No obstante, lo que si tenemos bien claro es que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para no dejar desprotegido a nuestro personal, al que valoramos mucho.
Hoy me he comunicado tanto con los ejecutivos de los bancos con los que trabajamos, como con las autoridades de gobierno, para preguntar, que medidas tomarán para apoyarnos en este difícil momento. Afortunadamente, ambos me han dicho que están ya analizando las opciones que implementarán para ayudarnos a palear esta profunda y difícil situación, lo cual me ha dado un poco de tranquilidad, que mucha falta me hace.
Yo siempre he creído que México es un gran país, que los mexicanos siempre hemos sabido sacar de nosotros lo mejor para enfrentar las peores adversidades y, estoy seguro que en esta ocasión no será la excepción. Como mexicano y empresario, quiero asumir de la mejor manera mi responsabilidad e invitar a todo el gremio a hacer lo mismo en sus empresas.
Hoy más que nunca, tenemos que enlazar nuestros esfuerzos para sacar adelante a nuestro país y particularmente a nuestra gente que día con día se esfuerza por hacer que todo camine.
NOTA DEL EDITOR: EL TXORO MATUTINO, es un medio plural y abierto a las distintas posturas ideológicas y políticas de nuestros colaboradores; queremos aclarar que, las ideas expresadas por los participantes de la sección EXPRESIÓN no reflejan necesariamente las opiniones de EL TXORO MATUTINO.