Hace aproximadamente ya dos meses y días que hemos tenido que hacer una pausa global intentando no ser alcanzados sin éxito por la pandemia del llamado Covid -19, la salud mundial ha sido fuertemente sacudida por esta epidemia y con ello los sistemas de salud a nivel global, nuestras economías están a punto del colapso y hemos sido puestos a prueba cómo seres humanos , parece que esta epidemia ha exhibido lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros ,de nuestras naciones , gobiernos, del pueblo , los que no son pueblo y hasta de quienes llevan las riendas de los mismos.
Durante está contingencia y debido a que me encontré perdido he incierto ante tanta información que circula he procurado desoír a los qué opinan, a los que comentan a los que informan y desinforman, a los políticos, y a todo aquel que se insubordine a cualquier explicación que no emane de la ciencia o no esté estrictamente apegado a los principios de la misma en específico sobre este nuevo virus y es así que en una intensa búsqueda de la información real encontré la de los especialistas, alguno que otro medio de comunicación responsable que afortunadamente todavía los hay y mejor aún me tope con la parte de la información positiva en medio de este caos que consideró podría ser el contraste de la pandemia manifestándose a través de la naturaleza y aquí quiero hacer una pausa para recordar algo que decía uno de mis profesores que recuerdo cómo uno de los mejores y más sabios por su avanzada edad recorrido por la vida , amplio conocimiento , y su tan agudo sentido de la lógica y el humor negro con el que impartía la asignatura de Derecho Internacional hace algunos años cuando yo estudiaba Leyes, él decía:
Una gran revuelta trae consigo consecuencias buenas y malas mensajes positivos y negativos y si aprendimos en algún momento de nuestras vidas a leer, siempre entre líneas habrá un mensaje que nos rescata y nos enseña el motivo de la gran revuelta
En este caso y para dejar más claro el tema cito una frase de nuestro tan amado por unos y odiado por otros presidente, Andres Manuel López Obrador, que hizo patente hace unos días cuando dijo:
Esto nos vino como anillo al dedo
Y si, si fue así pero en otro sentido, vino como anillo al dedo a muchos de los ecosistemas que prácticamente estaban desplazados en un intento fallido de cohabitar con el hombre, vino como anillo al dedo a los bosques, las selvas, los mares y sus especies que han recuperado paradójicamente sus territorios ante la ausencia de millones de personas que de una u otra forma, los hemos obligado a replegarse de su habitad, hemos sido testigos de innumerables manifestaciones de la naturaleza y sus fenómenos que hace décadas no se veían , notas , fotografías , testimonios y crónicas de estos hechos circulan a través de redes sociales y medios de comunicación sin parar cada día con una buena y nueva noticia relacionada con la naturaleza y sus bondades.
Hoy tenemos la obligación de reflexionar y tomar esto como un mensaje de la tierra y sus componentes, la tierra que pide a gritos una pausa para regenerarse y descansar de una dinámica global que implica la explotación de recursos naturales y el medio ambiente.
La pandemia nos ha mandado a nuestras casas nos ha quitado la vida , nos ha privado del sustento económico pero será temporal y recuperaremos el rumbo , los mares se calientan los bosques se deforestan , las selvas mueren y con ellas sus especies animales se extinguen en muchos de los casos , el planeta se desgasta y eso no recupera el rumbo a menos que hayamos entendido el mensaje y leído entre líneas uno de los tantos motivos de esta gran revuelta interpretada por un virus que hoy juega un papel que nosotros de algún modo venimos jugando desde hace mucho amenazando a la tierra y sus recursos.