Holanda, por primera vez en su historia, jugará la final de un Mundial en la categoría femenil. Le costó trabajo para eliminar a una Suecia muy sólida. El solitaro gol de Groenen vale el boleto a la final donde ya espera Estados Unidos.
Había más miedo a perder que ganas de ganar, Suecia parecía tener las cosas claras presionando bien, llegando con velocidad, pero la calidad de las tres de arriba holandesas fue incuestionable.
El balón parado parecía lo único que podía romper el empate y aparecieron las porteras; Van Veenendaal tocó lo justo un tiro de Fischer, la mejor jugadora sueca, tras un córner y el balón se fue al palo, el cabezazo de Miedema después de un saque de esquina lo rozó Lindahl para mandarlo al larguero.
Como se veía venir, nadie marcó y el partido se fue a la prórroga. En el tiempo extra, Holanda controlaba el balón, pero seguía sin haber grandes ocasiones, hasta que apareció Gronen que con un tiro ajustado consiguió al fin abrir el marcador.
Suecia intentó dar un paso adelante, necesitaba el gol como fuera para no verse fuera de la gran final, pero no llegaba, ni siquiera se acercaba a Van Veenendaal. El partido terminó con el susto de Asllani, que recibió un balonazo en la sien y tuvo que ser traslada en camilla.
Por Eduardo Sandoval
