La región de Emilia-Romagna al norte de Italia ha enfrentado en los últimos días lluvias torrenciales que han llevado a varias inundaciones. La situación ha escalado a tal medida que las evacuaciones ya han afectado a miles de ciudadanos e incluso se habla de la muerte de al menos ocho personas.
De acuerdo con las autoridades, las violentas precipitaciones han causado el desbordamiento de 14 ríos. Estos cuerpos de agua colindan con una veintena de ciudades, las cuales ya se encuentran inundadas; en muchos casos, dejándolas completamente irreconocibles.
«Probablemente ha sido la peor noche de la historia de Romaña», declaró el alcalde de Rávena, Michele de Pascale, a la radiotelevisión pública italiana RAI. «Rávena está irreconocible por los daños que ha sufrido». El alcalde de la vecina Forli, Gian Luca Zattini, dijo que su ciudad se «encuentra de rodillas, devastada y adolorida».
La situación ha escalado en otras poblaciones cercanas. En la ciudad de Cesena, el nivel del agua subió a una velocidad sin precedentes, lo que obligó a muchos residentes a escalar hasta los techos de sus casas. Castel Bolognese también vivió una situación similar, aunque en este caso las autoridades tuvieron que rescatar a los residentes con mayor urgencia, debido a que las casas suelen ser de una sola planta.
La Primera Ministra italiana, Georgia Meloni convocó a una reunión de emergencia para atender la situación con protección civil. En esta buscarán coordinar esfuerzos para ayudar a las familias afectadas por la catástrofe.
Como consecuencia de las inundaciones, el Grand Prix de la Formula 1 que se celebraría este fin de semana, ha tenido que ser cancelado. Tanto los organizadores como el gobierno de la región han llegado a la conclusión de que será imposible celebrar la competencia.