Durante los últimos 4 años he tenido la oportunidad de viajar por México con una conferencia que denominé “amor y servicio”, la he impartido a más de 4 millones de jóvenes. Muy en especial a 27 cárceles del país, ésta semana tuve la oportunidad de visitar las comunidades de la Ciudad de México, les explico: “Las comunidades”, son lo que antes conocíamos como los centros tutelares ó corregidoras para los menores de edad.
Mientras veía las caras de todos los internos, tenía en mi corazón expresar a los jóvenes que el éxito es un derecho para todos, ser y estar depende de a dónde queremos llegar. En Baja California recuerdo cuando entré por primera vez a la cárcel a dar clases de música, miré a mi alumno Arturo durmiendo en el piso, quien pensaría que el ahora estudia la licenciatura en música y estoy seguro que se convertirá en un gran violinista, su historia impactará y será de bendición para muchas vidas.
En nuestra familia Benning siempre que hemos apoyado a una persona en el orfanato,
centro de rehabilitación o las escuelas de música, nunca esperamos algo a cambio pero sin lugar a dudas mi mente vuela a pensar: ¿cuál será la historia que podremos contar?… de como la vida de una persona puede cambiar cuando somos sensibles a la necesidad y podemos ver más allá de las barreras culturales y personales.
Al principio entrar a la cárcel me llevó a tomar decisiones radicales para que las personas pudieran sentir lo que ellos viven, así que me vestí, rapé el cabello como ellos y esposé dirigiendo las orquestas. Recuerdo caminar por las calles como ellos y se burlaban, otros pensaban que estaba loco, pero en mi corazón siempre estuvo mostrar que lograr nuestros sueños no es algo exclusivo ni parte de la suerte, ellos al tener una segunda oportunidad podrían lograrlo si luchaban de corazón por salir adelante.
Hace unos meses aquí en Cuernavaca un actor reconocido pero con un corazón muy solo y triste me dijo que yo era un “huérfano con suerte”, me lastimó mucho alguien se refiera a mi persona así, pero hoy puedo contestar: Los que nos levantamos temprano trabajamos fuertemente para cumplir no solamente nuestros sueños y ambiciones, sabemos entregarnos con pasión por los demás y esto significa un sacrificio continuo; La suerte solo existe para aquellos que no están dispuestos a luchar y la mediocridad cree que las cosas pueden cambiar sin esfuerzo.
Hay un libro que es el más comprado pero menos leído, la Biblia, habla sobre esforzarnos y ser valientes… lo cual es equivalente a no ser flojos, no ser cobardes y este es el mensaje que me gustaría llevar no solo a las personas que están dentro de una cárcel, también a los jóvenes que son prisioneros de malas ambiciones. “He conocido reos libres dentro de una prisión de máxima seguridad a personas que gozan de su plena libertad pero esclavizados en su mente y corazón”.
Estoy seguro que si hubiera un poco más de compasión y amor en nosotros por las personas podríamos sentir a nuestro semejantes y de esta manera empatizar con la felicidad y el dolor de ellos; Tal vez suena loco, pero me gusta pensar que hay bondad dentro de cada persona y mucho en vez de ser relegados a la vida podamos ser incluyentes a la enseñanza de vivir al servicio.
En las cárceles aprendí que siempre hay un mañana, el sol vuelve a salir y vivimos en un mundo de segundas oportunidades, jamás te rindas. Somos el conjunto de todos nuestros errores y fracasos, te comparto ésta fotografía de uno de mis niños en patios de la
estación, no olvides nunca sonreír como el.
Gracias, por leerme, estamos muy próximos a entrar a todas las comunidades de la Ciudad de México y emocionado que las personas de Morelos sean las que se suman por un mejor país por medio del arte.
Si eres Músico y te gustaría ser parte de jóvenes construyendo el futuro en las comunidades de la Ciudad de México, por favor contáctate conmigo, será un gusto poder trabajar juntos para nuestros jóvenes.