En dos actos masivos realizados en Huixquilucan y en Cuautitlán, Estado de México, el candidato presidencial de la coalición «Juntos Haremos Historia» , Andrés Manuel López Obrador, señaló que, de triunfar en las urnas, encabezará un cambio “pacífico, ordenado, pero también radical; vamos a quitar de raíz a este régimen corrupto de injusticias y de privilegios”, prometió.
Sin embargo, el aspirante por tercera ocasión a la Presidencia de la República marcó distancia con la llamada “alternancia”.
Dijo que su eventual gobierno “no será más de lo mismo, ni gatopardismo. No continuará la misma política económica ni la misma corrupción: será un cambio de régimen”.
“Tenemos que sacar al país del atraso y del atolladero en el que nos han metido los malos gobiernos”, reclamó ante sus seguidores, a quienes explicó que “ha crecido mucho la pobreza en el país”.
Tenemos que crear empleos, vamos a ser autosuficientes en energéticos, vamos a construir refinerías y ya no vamos a comprar la gasolina en el extranjero y el primer compromiso, dijo, será acabar con la corrupción”.
“Los políticos corruptos se roban más de lo que imaginamos y solo reparten migajas al pueblo cuando necesitan los votos”, opinó López Obrador al subraya que el tema “ya se me metió en la cabeza y lo vamos a lograr”.
“No estas solo, no estas solo”, exclamaron los pobladores de Cuautitlán.
López Obrador insistió que él no necesita subirse al avión presidencial, “no estoy acomplejado. Yo vengo de un pueblo, de abajo; siempre he entendido que el poder es humildad, lo otro son ambiciones vulgares y prepotencia”.
Se acabará la corrupción, había refrendado previamente a sus simpatizantes en un mitin de campaña en Huixquilucan.
“El pueblo no es proclive a la corrupción ahí hay una gran reserva de valores”, concluyó.
Este miércoles 9 de mayo, López Obrador realizará mítines de campaña en Jilotepec, Estado de México; en Tula, Hidalgo y en Cadereyta y San Juan del Río, Querétaro.