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‘LOS GÜEROS’ MATIENEN PARALIZADO EL GOBIERNO DE MORELOS

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Por: Francisco L. Bautista

Solucionar los múltiples problemas que de pronto han estallado en el Estado de Morelos no es fácil, requiere ir más allá de simplemente culpar a Cuauhtémoc Blanco y a su evidente ignorancia, más no falta de inteligencia como muchos de sus detractores dicen. Si bien es cierto que días antes de perder la elección, Rodrigo Gayosso entre sus cercanos y familiares sentenció que, aún ganando Cuauhtémoc, lo tumbaría en los primeros dos años; no todo ha empeorado solo debido a las acciones y aliados de Graco.

A la inteligencia maquiavélica de Graco y sus aliados, que van desde líderes sociales y empresarios hasta la cúpula religiosa; se ha sumado la torpeza e ingenuidad del actual Gobierno de Morelos. Desde que Cuauhtémoc ganó la elección hubo un cambio terrible en su gente de confianza. El grupo de “Los Güeros”, conformado por Sanz, Villarreal y Víctor Mercado, comenzaron a empoderarse por encima y a espaldas del Gobernador, ejerciendo el poder con base en el miedo y las amenazas al resto de su equipo y demás actores políticos y empresariales. Pronto, se dejó sentir la inconformidad de todos aquellos que llevaban meses siendo maltratados por Sanz y sus aliados, pronto empezó ‘Cuau’ a descubrir y enterarse de múltiples irregularidades de “Los Güeros”. Fue entonces que entró el hermano de “Cuau”, Ulises, en escena como persona de confianza, y por primera vez los distintos actores políticos y empresariales tuvieron acceso a un canal de comunicación sin imposiciones y abierto al diálogo y a la negociación.

Lo anterior no cayó nada bien a “Los Güeros”, quienes empezaron a ver mermado no sólo su dominio sobre los demás actores relevantes sino, más importante aún para ellos, sobre sus negocios. Sanz inició su ataque en contra de Ulises, amenazo a los diputados del Congreso local primero y después intentó comprarlos. Cuando el gobierno logró una negociación con el Congreso, Ulises se fortaleció y Sanz decidió entonces escalar su ataque. Para entonces los problemas de seguridad y de ejercicio presupuestal en el Estado ya estaban alcanzando niveles críticos.

Sin embargo, Sanz tuvo la ocurrencia de tumbar a Ulises a toda costa y decidió pactar con algunas legisladoras locales, para hacer creer a Cuau y a la sociedad morelense que el riesgo y la solución a todos los problemas del estado estaban en la figura del hermano del ejecutivo. Nada más falso y nada más torpe. Las acciones y negociaciones en lo oscurito de Sanz y de Villarreal, han llevado a una tensión innecesaria que principalmente daña a Cuauhtémoc, y que Graco está sabiendo capitalizar. Mientras Villarreal golpea al gobierno desde dentro con el mal manejo de las finanzas (se dice que no manda los recursos a ninguna dependencia estatal en tiempo y forma por estarlo jineteando y así seguir enriqueciéndose de la misma forma que hizo con gobernadores anteriores, nada distinto a lo que también hace Mercado con las placas y los negocios en la Secretaria de Movilidad y Transporte), bueno, mientras Villarreal obstaculiza en lo económico el avance de su propio Gobierno, Sanz intenta asfixiar en lo político la armonización del Estado, y entre ambos han anquilosado el avance en seguridad.

Como ya es evidente, la gente no culpa al gobierno federal de haber mandado al vicealmirante Guarneros para atender la seguridad del estado y sus “malos” resultados; los morelenses culpan al gobierno estatal de la enorme inseguridad en la que estamos sumergidos y que solo ha empeorado.

Con actores que de todo buscan hacer negocio, asumiendo que el vicealmirante aún se mantenga limpio, Guarneros está relativamente solo. El General de la 24 zona militar desde hace tiempo decidió no inmiscuirse directamente en el combate local a la criminalidad, la razón como siempre y como en prácticamente todos los factores y actores de poder: José Manuel Sanz Rivera, con quien sostiene un claro distanciamiento que se dice irreconciliable.

– Podría asumirse que Sanz es un tipo de buen corazón y que ha sido engañado por los otros dos Güeros y sus verdaderos aliados. ¿En serio? Si según él da la vida por Cuauhtémoc, entonces ¿por qué lo fue aislando de todo y enemistando a su gobierno con todos los actores políticos relevantes? Está bien que la ambición de negocio y dinero de Sanz sea muy grande pero no puede ser tan torpe para no darse cuenta que con sus acciones y alianzas está poniendo en riesgo todo, en riesgo al mismo ‘Cuau’.

Y la pregunta es entonces, acaso ¿no sabe el Gobernador todo esto? ¿no está enterado de la corrupción del reemplacamiento y los múltiples malos manejos en movilidad? ¿de la fortalecida corrupción y ‘acartelamiento’ en Ceagua y obras públicas? ¿de la cuestionada lealtad de Comunicación Social, que realmente sigue respondiendo a los intereses de su verdadero padrino Víctor Mercado? ¿acaso ‘Cuau’ no sabe de los múltiples desvíos y tranzas de los que han sido señalados y son responsables desde el tiempo en el Ayuntamiento y después durante la campaña tanto Sanz como Mercado y Villarreal?.

En efecto, Cuauhtémoc está enterado de todo esto. ‘Cuau’ también sabe que la alternativa de posicionar a Pablo Ojeda implica un riesgo. Lo que realmente hace falta es que ‘Cuau’ termine de entender, de saber y de asumir es que existen personajes capaces y con el deseo de ayudar; que no depende de Villarreal para operar económicamente el Estado, ni de Víctor Mercado para los temas de Movilidad y Seguridad, mucho menos de José Manuel Sanz para el avance político. Si la solución fueran ellos, la situación en Morelos sería muy distinta.

Para solucionar la grave problemática actual, hoy Cuauhtémoc debe asumirse como el “Gobernador único”. Como quien realmente manda y lidera. Si bien puede ignorar o no tener experiencia en muchas cosas del manejo político, si tiene la inteligencia necesaria para poner a gente capaz al frente de las distintas dependencias y retomar la marcha del cambio en Morelos. No hacen falta más ejemplo del riesgo que representan “Los Güeros” y distintos actores, hace falta que el Gobernador tome decisiones, difíciles claro, pero necesarias para que su gobierno avance y logre sus objetivos. De lo contrario, lo de ahorita será insignificante en comparación de la anunciada y cacareada caída del gobierno por parte de Graco que sigue siendo apoyados por la gente del PRI, del PRD, del PSD y por distintos actores empresariales. La decisión es de Cuauhtémoc, de nadie más.

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