Debido a que los sistemas de salud estatales son precarios, la mayoría de las personas deciden acudir a una consulta con un médico de farmacia de alguna franquicia o cadena farmacéutica en dónde no tienen que esperar tantas horas para ser atendidos, además de que las consultas son accesibles para la mayoría de la población ya que el costo de una consulta en estos lugares oscila entre los 35 o 50 pesos.
Sin embargo y pese a que estos médicos que atienden en dichos consultorios no están contemplados dentro del programa nacional de atención aún y cuando han jugado un papel muy importante dentro de la contingencia sanitaria del COVID-19, ya que al estar atendiendo a sus pacientes ponen en riesgo también su salud, por lo cual también son personas de la primera línea de salud.
Ante esto el doctor Jorge Luis Anrubio Sánchez, lamenta que no se haya tenido una buena vigilancia epidemiológica por parte de las autoridades de salud estatal con respecto a los médicos que atienden en los consultorios de las farmacias aunque por el lado de las cadenas de dichas farmacias sí han hecho todo lo posible para que sus médicos tengan la precaución para evitar contagiarse de Covid-19 en su labor diaria.
No obstante dijo, existen algunos médicos que no han llevado las acciones pertinentes para el cuidado propio convirtiéndolo en un foco rojo de infección.
«Esto genera que ellos al no tomar las precauciones necesarias también pueden contagiar a sus propios pacientes, y es que los pacientes por miedo a no contraer la enfermedad en un hospital de urgencias, pues prefieren ir a un consultorio dónde pueden contraer la enfermedad o incluso ellos contagiar», señaló.
Anrubio Sánchez destaca que, este es un tema que no se tiene bien documentado sin embargo si son lugares que se han generado focos importantes de contaminación en algunas ciudades.
Además mencionó que en Morelos la Secretaría de Salud tiene la obligación de entrar a cada uno de estos establecimientos, aunque ahora con el poco personal en dónde se están enfocando más es en los hospitales públicos dejando de lado otros lugares como los consultorios de las farmacias.
Destacó que tan solo en el municipio de Cuautla el 65% de los médicos son médicos de farmacia por lo cual el riesgo de contagiarse y de contagias es alto.
El doctor Antonio Zavala Burgos, médico desde hace tres años en una farmacia de la fundación Best,-figura legal que administra los consultorios médicos de Farmacias Similares- ubicada en el centro de Cuernavaca, considera que el riesgo de contagio es el mismo que si trabajará en un hospital de Salud Pública, toda vez de que dijo como médicos no pueden dejar de trabajar y menos en medio de una pandemia dónde se requiere de su labor.
«Por desgracia estamos frente a una pandemia en la cual como médico no puedo decir que no voy a trabajar, aunque se que es riesgoso ese riesgo se vive también en un hospital privado o público», aseveró.
Asegura que la fundación Best, que es par ala cuál trabaja les brinda todos los insumos necesarios para que sus médicos se protejan, esto otorgando les caretas, guantes, gel antibacterial, tapetes sanitizantes, gorros, distancia con cada paciente y cloro.
Así mismo señala que a los pacientes se les indica que no pueden ingresar sin cubrebocas y sin haber pasado por los tapetes sanitizantes y utilizado el gel,ante lo cual dijo los pacientes han sido concientes.
Detalló que con cada paciente utilizan un par de guantes mismos que son despechados en una bolsa especial de residuos peligrosos biológico infecciosos al igual que los cubrebocas ya utilizados, la cual posteriormente se la lleva una compañía dedicada a desechar este tipo de material.
Contrario a lo que pensaría la gran mayoría de las personas el médico Zavala Burgos dice no tener miedo a contagiarse ya que destaca que no se puede vivir con miedo ya que está consciente de que labora en un área de riesgo constante y mientras se tengan las medidas adecuadas para protegerse asevera que el riesgo es menor.
En cuanto a la remuneración económica que obtiene por su trabajo señala que aunque no es una gran cantidad almenos le permite pagar sus cuentas y llevar una vida digna, ya que dijo lo que la fundación par ala cuál labora lo que busca es poder ofrecer una consulta accesible para aquellos que no tienen las posibilidades económicas para asistir a un hospital privado e incluso que no cuentan ni con un servicio médico público.
En el consultorio dónde el médico labora se atienden a alrededor de diez pacientes al día de los cuales dijo hasta el momento no le ha tocado atender a ningún paciente Covid, no obstante de llegarle uno este sería canalizado directamente a las instituciones de salud del estado.
«Claro que sí, de detectar a un paciente Covid, se hace un estudio de caso el cual se le entrega un documento al paciente y está fundación se queda una copia del mismo y se canaliza al paciente a su institución de salud a la cual sea derechohabiente o directamente se envía a la Secretaría de salud», apuntó.
Cabe destacar que dichos consultorios existen desde 1998, cuando los franquiciatarios del entonces Dr. Simi implementaron un modelo de negocio que complementarían a sus farmacias de genéricos, esto abriendo consultorios médicos de bajo costo.
Un factor que ayudo a que dichos consultorios tuvieran tanto éxito fue que en ese entonces, las instituciones de salud pública tenían varias décadas de recibir menos presupuesto del necesario para una atención óptima.
Aunado a que los empleos sin seguridad social iban al alza.
De acuerdo a datos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, hasta 2015, había más de 28 mil farmacias, de las cuales, 15 mil (53.5 % del total) cuentan con consultorio anexo.
Es de recordar que entre 2010 y 2014 las farmacias con consultorio en México crecieron casi en un 340 por ciento. Además de que las propias estadísticas de Fundación Best advierten un crecimiento exponencial ya que en 1998 registraron poco menos de 260 mil consultas. Mientras que el 2018, hubo 100 millones 116 mil 81 consultas en todo el país a través de los espacios anexados a las Farmacias de Similares.
Este modelo lo replicaron diversas cadenas farmacéuticas del país como: Farmacias del Ahorro, Benavides, San Pedro, entre otras.
