John Kelly, uno de los artífices más notorios de las medidas antimigratorias de Estados Unidos, fue enfático tres veces: No se van a utilizar fuerzas militares en operaciones migratorias y no habrá deportaciones masivas.
El secretario de Seguridad Nacional ofreció en conferencia de prensa, realizada en la Cancillería mexicana, que sólo se aplicará la ley a quienes tengan antecedentes penales, que todo se hará en apego a las leyes y con respeto a los derechos humanos, puntos que previamente habían exigido en su turno al micrófono los secretarios de Relaciones Exteriores y de Gobernación, Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.
Ante unas 200 personas más, representantes de medios de comunicación, el Secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos remarcó que las deportaciones se abordarán de forma sistemática y organizada, con respeto a la dignidad humana.
Añadió que no habrá deportaciones masivas y que “todo lo que hacemos en mi Secretaría va a ser legal y de acuerdo con los Derechos Humanos y el sistema jurídico de Estados Unidos”.
Las deportaciones, añadió, se concentrarán en elementos delictivos que han entrado a Estados Unidos, y “todo esto se hará con estrecha coordinación con México, como siempre”.
Luego de reunirse en privado durante dos horas y media con el Canciller Luis Videgaray, los secretarios de Gobernación, Miguel Osorio; de Hacienda, José Antonio Meade, y su compatriota Rex Tillerson, Kelly dijo que lo que sucede en México también afecta la seguridad de Estados Unidos y viceversa.
La migración, dijo, debe ser segura, legal y ordenada, por lo que la cooperación entre países debe ser profunda para que sean menos los migrantes que emprendan el viaje, que resulta peligroso hacia Estados Unidos.
“Estados Unidos está convencido de trabajar con México y todos nuestros socios de la región para abordar los temas subyacentes que generan esta migración ilícita desde América Central, por la falta de oportunidades económicas y también las condiciones de vida peligrosas.
“El hecho es que hay que concentrarse en la necesidad de América Central para cambiar el entorno que hace que tantas personas tomen este viaje tan peligrosos a los Estados Unidos”, expresó Kelly.
México y Estados Unidos tienen corresponsabilidad para manejar la frontera común, dijo Kelly y refirió que son más de mil 500 millones de dólares de comercio diario entre ambos países, “y mi responsabilidad es asegurarme que ese comercio sea rápido entre ambos países”.
Dijo que se debe seguir trabajando de manera conjunta para el tema del tráfico de armas y la trata de personas.
“Estamos comprometidos a trabajar de manera conjunta Estados Unidos y México para que ambos países sean más seguros”, expresó.