Al prometer que como gobierno no apostar a la guerra, al exterminio o las masacres en el país, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador reconoció que para convocar a los futuros titulares de las Secretarías de la Defensa Nacional y de la Marina pidió una indagatoria especial a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para identificar si habían cometido posibles agravios en sus trayectoria.
«Cuando recibí la información del comportamiento de todos los generales y almirantes en activo, decidí. Porque cuidé que no hubiese recomendaciones sobre su actuación», dijo durante la entrega de resultados de la Consulta para la pacificación y la reconciliación nacional.
Asimismo, refrendó su voluntad de instalar la comisión de la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. “Una institución tan importante como el ejército, estoy seguro que, en el caso de que estuviesen involucrados elementos de las fuerzas armadas, saldría fortalecido la institución. vamos a conocer toda la verdad sobre el caso de Ayotzinapa», subrayó López Obrador al enfatizar que “el principal responsable de un estado de inseguridad y de violencia es del presidente de la República (…) y cuando hay violencia extrema, no está exento» de ordenar el uso de la fuerza.
“No vamos a echarle la culpa a los de abajo, a los que reciben instrucciones y órdenes. Ya basta de simulación. Por eso mi compromiso de no ordenar nunca la represión», apuntó el próximo presidente de México.
Alfonso Durazo, designado titular de la futura Secretaría de Seguridad Pública, aclaró que ante los hechos de violencia y del delincuencia, habrá investigación, reconocimiento, verdad, justicia, reparación, y el compromiso de no repetición, pero “el perdón de los familiares de las víctimas no debe implicar el perdón de Estado”.
En esta línea el presidente electo López Obrador resaltó la necesidad de aplicar una “justicia con perdón. Ahí también hay que ser respetuosos de los que plantean que ni perdón ni olvido.
Y en este caso, digo olvido no, perdón sí. Ese es un asunto muy personal. Como jefe de Estado me voy a someter a la opinión de todos, pero en lo personal sí creo en el perdón», precisó.
También anunció que la política de drogas de su gobierno se definirá con respeto a la opinión de otros países, «pero somos libres e independientes y no nos vamos a subordinarnos a ningún gobierno extranjero. Será nuestra decisión; se revisará lo que más convenga, para evitar que continúe la violencia. No queremos derramamiento de sangre, sufrimiento y muertos», enfatizó.
Tras brindar un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la violencia en el país, el nuncio apostólico Franco Coppola, leyó una carta del Papa Francisco dirigida a López Obrador, donde el pontífice lamentó que México sea «una tierra regada con miles de víctimas inocentes; cada violencia cometida contra un ser humano, es una herida en la carne de la humanidad. Cada muerte violenta nos diminuye como personas».
Además, reiteró la «disponibilidad constante de la iglesia católica para cooperar en todas iniciativas dirigidas e encontrar caminos de paz estable y reconciliación entre hermanos».
También ponderó que «se necesitan leyes justas que resuelvan las causas estructurales de la pobreza, que generan exclusión y violencia».
La ministra Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación, dijo que el próximo gobierno recibirá «un país violento y dolido», en el que han crecido de manera exponencial los feminicidios y donde las mujeres salen a la calle con temor de ser asesinadas o desaparecidas; “tenemos el reto de buscar y encontrar a decenas de miles de personas desaparecidas. Es la mayor deuda moral del Estado mexicano.
En los foros, reconoció Durazo Montaño, encontraron un “país lleno de víctimas” y los reclamos iban desde “nuestros niños y niñas no están seguros en la calle, en la escuela, en la iglesia o en la casa”; “los jóvenes entre 13 y 30 años son ‘carne de cañón’ del crimen organizado” o los migrantes, deportados y desplazados, nos “muestran el derrumbe de un régimen social, económico y político. La situación que viven muchos de ellos avergüenza al país y es una de las violencias mas sentidas”.
A partí de los foros escucha propone la creación de un sistema de protección a la integridad física, patrimonial y psicosocial para las personas que salen de su lugar de origen por amenazas, hostigamiento o intento de homicidio por parte de grupos criminales, así como fortalecer a los centros de acogida.
El próximo gobierno explorará acciones integrales, como los llamados “Territorios de Paz”, para involucrar a todas las dependencias, en las respuestas integrales para atender zonas violentas.
Las políticas de drogas deben basarse en nueva normatividad, en medidas alternativas de desarrollo y será como prioritaria la atención a la situación que enfrentan los campesinos que cultivan droga y se dejará de lado la única aplicación de la persecución policial.
En las políticas de armas de fuego también se resaltará una nueva normatividad e institucionalidad. Hay que realizar políticas de armas para tres universos, armas en manos de criminales, armas en manos de la sociedad en general y armas en fuerzas oficiales, precisó Durazo.
Además, agregó, se plantea como imprescindible un control real de las corporaciones de seguridad privada.
Las policías y las fuerzas armadas deben ser fortalecidas en su institucionalidad, en su reconocimiento y dignidad, pero también en el fin de la corrupción e impunidad para cumplir con el rol social asignado, dijo Durazo.
Sin la debida atención a los derechos: culturales y económicos, el anhelo de paz en México se convierte en una realidad casi imposible.