Por: Pepe Montes
“No me dejan trabajar”, es la frase que acompaño durante los tres años a Cuauhtemoc Blanco Bravo al frente de la Presidencia municipal de Cuernavaca, y desde luego, eligió al entonces Gobernador Graco Ramírez y su hijo Rodrigo Gayosso como su villanos. Le salió bien la estrategia, en ese momento la administración de Graco ya tenía un desgaste social muy grande y por ello que Cuauhtemoc Blanco se hiciera la víctima, generó empatía de la sociedad y todo ataque que el Ejecutivo realizara, le sumaba bonos al ex futbolista.
En la campaña a la gubernatura, el error más grande del perredismo fue avalar la candidatura de Rodrigo Gayosso y ponerlo a competir vs el personaje que grandes sectores de la población lo hicieron su ídolo (ya de por sí lo era, siendo futbolista) al que la gente arropó, aunado a que dicho personaje, Cuauhtemoc Blanco, venia cobijado con la fortaleza de AMLO y MORENA, el resultado, todos lo conocemos y ahora me atrevo a decir, lo padecemos.
En otras ocasiones lo he compartido en estas páginas, la gente voto por el hartazgo hacia la administración perredista, a su candidato y por la simpatía a Cuauhtemoc Blanco y por la esperanza que les representaba y aun les representa Ándres Manuel López Obrador.
¿Usted recuerda algún programa, acción, u obra que haya significado la identidad y éxito de la administración de Cuauhtemoc Blanco al frente de la Presidencia municipal de Cuernavaca? Desde luego que la respuesta es no, sin embargo Blanco Bravo “gobernó” tres años la capital y no solo eso, le alcanzó para hacerse de la candidatura de un partido que colocando cualquier personaje podría haber ganado como los números lo indican. El éxito de Cuauhtemoc fue hacerse la víctima, “no me dejan trabajar”.
Hoy se cumple un año de su administración como titular del Poder Ejecutivo de nuestro estado, y tal y como sucedió en nuestra querida capital, no se ve rumbo, no se ve con claridad cuál es el proyecto de gobierno que tiene para Morelos y hacia que destino va nuestra entidad. Lo que sí es claro, es que ante su errática administración, intenta seguir justificando que lo malo que le pasa al estado es por culpa de otros y no de Él.
Y es que debido a que su principal promesa de campaña de “meter a la cárcel a Graco y a Gayosso” no ha avanzado ni funcionado, ni desde la Consejería Jurídica, ni de la “inventada” asesoría anticorrupción, han podido presentar alguna denuncia sólida que al menos lleve a Graco Ramírez a ser citado ante la Fiscalía Anticorrupción.
De la frase “ya no me dejan trabajar” surgió ahora la teoría de que la administración de Cuauhtemoc Blanco está siendo víctima de una “guerra sucia”, la pregunta es ¿de quién señor Gobernador?, ¿del enfrentamiento entre su hermano Ulises y su Jefe de la Gubernatura José Manuel Sanz?, porque mire Usted que dicho enfrentamiento, le esta costando muy caro a la gobernabilidad de nuestro estado, y la decisión de dejar en manos de José Manuel Sanz gran parte de las decisiones del Gobierno, á sido una decisión de usted al igual que la de traer a su hermano Ulises y otorgarle el poder de ser interlocutor con el Poder Legislativo y Judicial, ¿no acaso eso le criticaba a Graco?
En este año de la administración de Cuauhtemoc Blanco, no ha habido ninguna oposición real, ni desde los partidos políticos, ni desde el Congreso del estado y ni desde la sociedad civil, por ello no hay motivo, ni se puede creer que exista una campaña de guerra sucia en contra del actual Poder Ejecutivo.
Lo que sucede es que Cuauhtemoc Blanco Bravo, no sabe lo que es gobernar y peor aun, no quiere aprender a hacerlo, recientemente declaró “Diosito me puso aquí para hacerles frente a los políticos”, que alguien le explique que gobernar, no es una cuestión de hacerle frente a nadie, sino de conducir con eficiencia los destinos del estado y en ese rubro, ni en obras públicas vemos nada, ni proyectos de gran impacto en materia de economía, ni en salud,(ya ven ustedes la crisis del dengue) y desde luego ni en seguridad pública.
No señor Cuauhtemoc Blanco, a Usted nos lo puso “Diosito”, lo eligieron ciudadanos de carne y hueso a los cuales les quiere seguir viendo la cara haciéndose la victima de sus deficiencias, ambiciones y falta de capacidad. Aquí la única víctima es el pueblo de Morelos, porque señor Gobernador, usted no es víctima de nada, usted no ha querido gobernar.