El diputado federal electo, registrado por el Partido Encuentro Social (PES), pero inscrito por el Partido del Trabajo (PT), Gerardo Fernández Noroña, subrayó que será crítico en el marco del análisis del último informe de gobierno del Presidente saliente Enrique Peña Nieto, que será entregado este sábado 1 de septiembre a la Cámara de Diputados.
El legislador afirmó que «no será suavecito» ni condescendiente y si algunos integrantes de la coalición “Juntos Haremos Historia” quieren mantener un ambiente de cordialidad, sin plantear fuertes cuestionamientos a los funcionarios salientes, cuando sean llamados a comparecer ante el Congreso, están en su derecho.
Sin embargo, dijo que es necesario cuestionar fuertemente a un mandatario que pasó el sexenio fuera de la realidad.
“Yo no voy a ser ni suavecito ni civilizadito, porque a mí no me eligieron para estarles permitiendo estas cosas. No, el otro día en un mítin dice una señora: oye Noroña, yo me robo un bolillo y no me lo perdonan, por qué les vamos a perdonar nada. Yo no soy vengador ni nada, solamente digo que si va el secretario de Gobernación y repite lo que está diciendo Peña, a ver quién se aguanta eso, yo no”, advirtió.
Fernández Noroña también criticó el contenido de los mensajes y spots publicitarios lanzados por la Presidencia de la República para difundir las acciones de la administración saliente, por hablar de un México irreal.
“Vienen todas las comparecencias, es la glosa del informe y quien crea que eso va a ser terso, yo creo que se equivoca. O sea, yo oigo los anuncios de Enrique Peña Nieto y me sublevo, o sea, el tipo quién sabe en qué país vive, no le han informado del resultado del pasado 1 de julio. Es más, no sé qué tipo de evento hará en Palacio Nacional el 2 de septiembre, ya no están los diputados que tenía el PRI, llevan van un puñadito, ya no pueden hacer esa parodia de informe”, planteó.
Indicó que cada fracción parlamentaria definirá “el tono” de sus posicionamientos frente a la presentación del Sexto Informe de Gobierno de la Presidencia, y en lo personal, calificó como un insulto a la inteligencia de la gente tanto el gasto en esa propaganda, como el contenido con el que se pretende engañar a la ciudadanía.