Los obispos de México, reunidos en la CVII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), analizaron la tasa de violencia e inseguridad existente en el país y el papel que la iglesia puede adoptar en torno a ello.
Durante los trabajo realizados en este encuentro, Rodrigo Guerra López, Miembro del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, expuso ante los Obispos la situación actual del país en el contexto del Proyecto Global Pastoral 2031-2033.
A través de un comunicado informaron que también se revisó la situación y violencia económica y laboral en que vive una gran parte de la población del país.
Asimismo, Monseñor Jaime Calderón Calderón, Obispo de Tapachula, explicó la situación actual de la Iglesia.
El prelado pidió asumir con responsabilidad misionera los compromisos de éste, así como entrar con mayor decisión en este proceso de conversión pastoral: obispos, presbiterio y fieles laicos, valorando la dignidad común y viviendo con entusiasmo esta salida misionera cada uno desde su vocación específica.