“Consideramos urgente que se atienda de manera prioritaria la liberación de presos políticos, se reconozca la legitimidad de las decisiones de la Asamblea Nacional, según la Constitución, y que se establezca un calendario electoral, que incluya las elecciones pospuestas”.
Así reza el texto relativo a la crisis política de Venezuela que catorce países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) difundieron ayer a través de sus cancillerías. La lista de firmantes la integran Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Quedan, en cambio, fuera los países que integran el bloque bolivariano (Bolivia, Ecuador y Nicaragua, además de Venezuela, naturalmente) y la mayoría de pequeñas naciones de la OEA.
Los catorce firmantes, sin embargo, se muestran menos dispuestos a apoyar la suspensión de la membresía de Venezuela en la organización, tal y como pidió la pasada semana el secretario general de la OEA, Luis Almagro. Destacan, eso sí, que la suspensión sería “el último recurso” y argumentan que “antes de esa decisión deben agotarse los esfuerzos diplomáticos en un plazo razonable”.
Este plazo razonable, según expuso Almagro, se debería fijar en 30 días, transcurridos los cuales se debería contemplar suspender a Venezuela.