En la Cámara de Diputados, la discusión de la propuesta del Partido Verde (PVEM) para prohibir los delfinarios, generó confrontación y acusaciones entre los distintos grupos parlamentarios.
El coordinador del PVEM, Jesús Sesma, acusó de “berrinchudos” a los diputados que se opusieron a su propuesta y negó haber llevado “cabilderas” al pleno, a fin de sesgar el sentido del voto de los legisladores. Incluso, afirmó que quienes efectivamente “cabildearon” entre las bancadas, fueron dos integrantes de su fracción.
“Primero es claro que cuando las votaciones no son a favor de los intereses de ciertas fracciones parlamentarias, de una manera muy infantil, un berrinche, se salgan de un recinto legislativo. Si ese va a ser el actuar de estos grupos parlamentarios en futuras elecciones, votaciones perdón en la Cámara de Diputados, México está ante una parálisis legislativa”, afirmó.
El coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho, dio un espaldarazo al Verde, al indicar que la oposición reventó el tema con pretextos “increíbles” como el de las “cabilderas”.
“Todos los diputados y las diputadas son adultos que difícilmente, es más, me atrevo a decir, será imposible que alguien cambie su punto de vista por más argumentos que vierta. De suerte que cada diputada y diputado decide bajo su más estricta responsabilidad”, recalcó.
En su oportunidad, el líder de la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el vocero de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), Jorge López, insistieron en que los verdes intentaron tomar la bandera de los delfinarios, para ocultar sus intenciones electorales.
En primera instancia, el diputado Sesma Suárez también respaldó al diputado Andrés Fernández, integrante de su bancada y secretario de la Mesa Directiva, señalado por maniobrar para dar tiempo a que se registraran más votos contra las mociones suspensivas presentadas por la oposición.
Tras admitir que los cabilderos de las empresas dedicadas a la exhibición de mamíferos marinos estuvieron presentes en San Lázaro abogando a su favor, negó toda relación con ellos.
Explicó que quienes, desde su bancada se dedicaron a recorrer los pasillos del Pleno para convencer a los otros congresistas no era personal ajeno, sino las diputadas Alma Arzaluz y María Ávila.
También afirmó que representantes de organizaciones defensoras de los animales acudieron al recinto y se les agradece su solidaridad, pero insistió en que su bancada no gestionó su ingreso al Pleno.
Por su parte, el coordinador del PRI, César Camacho, que en todo momento secundó al PVEM, confirmó que pese a que el dictamen no se pudo votar en el pleno, la discusión seguirá el próximo martes 18 de abril, cuando los diputados regresen de vacaciones de Semana Santa.
Puntualizó que el proyecto se presentó formalmente ante la asamblea y los diputados rechazaron por mayoría dos mociones suspensivas presentadas por panistas y perredistas, de modo que el debate no ha terminado y la propuesta habrá de ser aprobada en los próximos días.
Sobre las acusaciones de que el PVEM introdujo al salón de plenos a “cabilderas” para dirigir el voto de los diputados, Camacho Quiroz dijo no tener conocimiento de ese hecho y manifestó que ese tipo de argumentos son “pretextos”.
Atajó al señalar que todos los parlamentarios son “adultos” y tienen el criterio suficiente para reflejar su opinión a través del voto.
“No, no tengo noticia de ellas, pero todos los diputados y diputadas son adultos que difícilmente, es más me atrevo a decir que será imposible que alguien cambie su punto de vista por más argumentos que vierta. De suerte que cada diputada y diputado decide bajo su más estricta responsabilidad”, sentenció.
En contraparte, el líder parlamentario del PRD, Francisco Martínez, calificó de irresponsable a los verdes por promover temas “crueles”, como el del circo sin animales, que derivó en la muerte y un mayor maltrato a esas especies.
El problema real, apuntó Martínez Neri, es que con banderas como la protección animal, “tramposamente” el PVEM busca hacer campaña y encubrir sus intereses electorales.
“Vemos que hay allí una forma electorera, tratando de encubrir un problema, tratando de reducirlo al asunto de negocios. Ellos traen una carta electoral, una idea electoral. Recordemos lo que hicieron precisamente en el proceso de discusión del asunto de los animales de circo, llevaron a cabo toda una campaña erigiéndose como los defensores de los animales, hoy exactamente tratarían de hacer exactamente lo mismo, ya encontraron la medida de las cosas”, recriminó el también presidente de la Junta de Coordinación Política.
A su vez, el vocero de la bancada del PAN, Jorge López, a cuya bancada el PVEM acusó de defender a los empresarios que en su gran mayoría tienen delfinarios y acuarios en Cancún, Quintana Roo, respondió que el interés de los ecologistas es político-electoral.
Sobre el “cabildeo” del PVEM, indició que al menos él se percató de que quienes promovían el voto a favor de la propuesta contra los delfinarios, sí eran diputadas y no personas ajenas al recinto.