El rey Felipe VI propuso este martes al líder socialista Pedro Sánchez como candidato a presidente del Gobierno, por lo que se abre un período de negociación para que el aspirante intente lograr una mayoría parlamentaria de investidura.
El presidente del Congreso, Patxi López, informó de esa decisión del monarca tras dos rondas de conversaciones con líderes políticos y de que las elecciones legislativas del 20 de diciembre dieran un Parlamento fragmentado que requiere de alianzas para formar mayorías.
Ante la prensa, López dio un plazo de «tres semanas o un mes» a Sánchez para que lleve a cabo las negociaciones destinadas a intentar aglutinar una alianza con la que pueda llegar al debate de investidura en el Congreso.
No sólo para la negociación, sino para que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y unas de las opciones de pacto, Podemos (izquierda), pudieran someter un hipotético acuerdo al refrendo de los militantes.
Las elecciones legislativas del 20 de diciembre fueron ganadas por el Partido Popular (PP), con 123 diputados; seguido del PSOE, con 90; Podemos (izquierda), con 69; y Ciudadanos (liberales), con 40. En España son necesarios 176 escaños para tener la mayoría absoluta en el Parlamento.
López explicó que el rey telefoneó al líder socialista para decirle que es el candidato, después de que en una primera ronda de contactos, que acabó el 22 de enero, el presidente en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, declinara la oferta del monarca por carecer de apoyos.
El líder socialista español, Pedro Sánchez, afirmó este martes que está «dispuesto» a intentar formar gobierno, y así se lo ha manifestado al rey en la ronda de consultas que lleva a cabo Felipe VI para proponer un candidato a presidente del Ejecutivo.
En la primera ronda de contactos, Rajoy declinó el ofrecimiento del rey de someterse al debate y votación de investidura, consciente de que no contaba con más apoyo que el de sus propios diputados y hubiera salido derrotado del Parlamento.
La intención del líder del PSOE es negociar con Podemos y Ciudadanos, a pesar de que los líderes de ambos partidos, Pablo Iglesias y Albert Rivera, no están dispuestos a formar parte del mismo gobierno.
Sánchez cree que «no es momento de vetos, hay que huir de los frentes» y se trata de ir «paso a paso» para favorecer un cambio «de personas y de política».
Sánchez está dispuesto a dialogar «a partir de ya», pero eludió precisar cuánto tiempo necesitaría para intentar tejer una alianza que le lleve al Gobierno.
El socialista dejó claro que no buscará el apoyo de los independentistas catalanes para formar el Ejecutivo y se mostró partidario del diálogo para acabar con la «crisis de convivencia» entre regiones españolas.