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Pieza del mes en el MMAPO llega desde Micatlán

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En el marco de la celebración mensual “Noche de Museos” de la Secretaría de Cultura, el pasado miércoles 27 de mayo, gracias a la colaboración con el Programa Etnografía de las Regiones Indígenas del Centro INAH Morelos, tres piezas rituales oriundas del poblado de Coatetelco, municipio de Miacatlán, fueron presentadas en el lobby del Museo Morelense de Arte Popular (MMAPO) como Pieza del Mes. En el acto, acompañando a Rodolfo Candelas (coordinador operativo del MMAPO) estuvieron José Valtierra (director general de Museos y Exposiciones), Víctor Hugo Valencia (director del Centro INAH Morelos) y Janet Pineda (investigadora del Ritual del Santo).

Se trata de un conjunto de cuatro accesorios para vestir que conforman el ajuar para el Ritual del Escapulario; un colorido escapulario adornado con listones, un rosario hecho de galletas de animalitos, otro elaborado con flores de cempasúchil y una corona de flor de fulmina, todos ellos confeccionados por Doña Gloria Ponciano. La también llamada “Fiesta del Escapulario” o “Fiesta del Santo” es una festividad muy común una vez iniciada la temporada de lluvias en diversos municipios de Morelos. De acuerdo a dicha creencia popular, para librar de la enfermedad a los convalecientes del pueblo, los habitantes de la comunidad deben darse cita en la casa del enfermo a través de un recorrido por Coatetelco, durante el que se bebe alcohol y se prepara un “huentle” o banquete destinado para la ofrenda, que consiste en mole, tamales, tortillas, cigarros, chocolate y dulces. Dicha ofrenda se dedica a los santos San Antonio y Santo Domingo, quienes son los responsables de los padecimientos. Así pues, la Fiesta del Escapulario es un ritual terapéutico que afianza las relaciones entre los habitantes del lugar.

Rodolfo Candelas acentuó la importancia de exponer una pieza de esta naturaleza diciendo: “Nos parece que este tipo de expresiones, aunque sean efímeras, muestran muy bien la relación que tiene el arte popular con la vida de los pueblos. Lo que queremos mostrar en este museo no son piezas que vengan de antaño y que ya no se utilicen, que estén muertas, sino que todas las piezas que tenemos están vivas; participan de la vida de las comunidades a las que pertenecen.”

Los asistentes deben de ir con buena disposición, de buen humor, deben de estar alegres y tener fe, nadie debe de estar enemistado y todos tienen que creer en que el enfermo sanará. Sólo de esta manera, es decir, con el baile, la comida, las risas, se espera que los santos “suelten” al que padece “Mal del Escapulario”, “Aire de San Antonio” o “Aire de Santo Domingo” (o simplemente “Santo”, “Mixcotón” o “Michi”), y así logre recuperar la salud.

Para amenizar al convivencia posterior a la presentación, se contó con acompañamiento musical de una banda de viento que interpretó temas a la usanza de la Fiesta del Escapulario en Coatetelco (“El cangrejito playero”, “La danza de los chinelos” y “La Xochipitzahuatl”), mientras que agua de limón con chía, mezcal y tamales nejos con pipián fueron ofrecidos a todos los asistentes.

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