Durante las celebraciones la pirotecnia o fuegos artificiales generan diversos daños a la salud, el medio ambiente y a las mascotas.
Los fuegos artificiales dejan elementos perjudiciales en el aire como partículas metálicas, toxinas, humo y productos químicos. Estos dañan el medio ambiente y la salud.
Además, la pirotecnia también causa contaminación auditiva, la cual afecta principalmente a bebés, adultos mayores y mascotas.
Según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS) el límite recomendado de sonido para las personas es de 65 decibelios. Mientras que en el momento en que un cohete estalla genera hasta 190 decibelios.
En cuanto a las mascotas, las pirotecnia les genera pánico y angustia, lo que las causa taquicardia, jadeos, temblores y dificultades para respirar. Incluso en ocasiones puede provocar su muerte.
Los juegos artificiales dejan tres tipos de contaminantes que son el perclorato, el cual se emplea para lanzar el cohete. Mientras que los metales pesados forman parte de la bomba y se encargan de la coloración en el estallido. Además, de los aerosoles sólidos que se producen tras la explosión.
Los contaminantes suelen quedarse mucho tiempo en el ambiente que se respira, lo que hace que el aire exterior sea peligroso. Lo anterior principalmente para las personas que tiene asma u otras enfermedades respiratorias.