Ante la escalada del conflicto en Venezuela, el Gobierno de México llamó a la búsqueda de “una salida pacífica, negociada” y se pronunció por “alejar la solución por el uso de la fuerza, hay que establecer puentes de entendimiento y no querer imponer las cosas”.
“En el caso de Venezuela, nos estamos ciñendo a lo que establece la Constitución”, enfatizó el primer mandatario mexicano a subrayar que se mantiene “por la no intervención y el respeto a la soberanía de los pueblos”.“Nos ajustamos a que se respete la voluntad de los pueblos y a la solución pacífica de las controversias. No queremos violencia en ninguna parte”, agregó López Obrador al reconocer: “no puedo opinar más porque el conflicto está muy polarizado”.