En medio de una pertinaz lluvia ciudadanos y activistas acompañaron la demanda de justicia y la certeza de no repetición de Abraham Fraijo, papa de la niña Emilia que falleció en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, del 5 de junio del 2009.
«Tengo meses preparándome para este día… han sido seis años terribles», dijo Fraijo tras reconoce que «no es fácil salir a las calles a exigir justicia, pero no podemos permitir que sigan este tipo de atrocidades.»
Al observar la llegada paulatina al Ángel de la Independencia de varios ciudadanos al caer la noche de este jueves 4 de junio, Fraijo se manifestó «enteramente agradecido con los ciudadanos de a pie del Distrito Federal; que aquí están abajo de la lluvia, ello me demuestra que el cambio vendrá del ciudadano agraviado y organizado. Yo tenía como norteño esa idea de que en el DF no hay humanidad pero a mi me ha dado una gran lección de vida la Ciudad de México, y aquí están sus ciudadanos, acompañándonos, a veces hasta con más fuerza que uno mismo. Yo se que en un rato estaré derrumbado y aquí estarán a mi lado,» comentó.
Luego de que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) dio a conocer que, legalmente, otorgará «asesoría y acceso al Fondo de Ayuda, asistencia y reparación integral del daño a 10 familias cuyos hijos perdieron la vida o resultaron lesionados en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, de hace seis años, Abraham Fraijo rechazó «satanizar» los acuerdos o apoyos monetarios que alcancen familias afectadas.
«Yo no sé cuales sean las situaciones de las familias con niños lesionados y no puedo ponerme en sus zapatos –aclaró Fraijo–, yo no tengo un menor con el cuerpo lesionado por el fuego. En mi caso sólo exijo que a los hijos de los mexicanos no los asesinen, pero creo que los apoyos son un deber del Estado. A mi hija muerta no le beneficia en nada que a mi me den un apoyo, pero a las familias que tienen lesionados, que les den todo el apoyo necesario,» aclaró.