El gobernador de Morelos Graco Ramírez advirtió que la reforma educativa no puede frenarse porque el tiempo para su impugnación ya pasó y advirtió que las manifestaciones que lleva a cabo la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no son por falta de diálogo sino por la resistencia a romper con las redes de control magisterial.
“Yo creo que hay que mantener el diálogo pero no se puede ceder en una reforma que tiene amplio consensos, ellos no representan el consenso del México con todo respeto, el consenso son la mayoría de escuelas funcionando y maestras y maestros que están trabajando y están evaluándose, es una realidad, ellos son una expresión de esa resistencia, está bien, están en su derecho, pero no representan al magisterio para que revierta la reforma y la suspendan”, expresó.
Entrevistado en el marco del Conversatorio «Nuevos Rostros del PRD”, el mandatario estatal calificó de inaceptable que se pretenda echar abajo una reforma educativa que cuenta con legitimidad y que fue apoyada por gobernadores, sindicatos y el Congreso.
Por otro lado el gobernador de Michoacán Silvano Aureoles se pronunció porque una comisión del Congreso haga suyas las demandas de la CNTE, se redacte una iniciativa de reformas y se inicie su discusión así como someter a revisión los mecanismos de evaluación.
“Que un grupo de diputados hagan suya la preocupación dela CNTE recoja la iniciativa y la presenten y empiecen el proceso de discusión. Siempre las leyes son perfectibles, no está en manos del Ejecutivo, tiene que ir al Congreso y que se revisen los mecanismos de evaluación y esto nos llevaría a destrabar esto para que sea un proceso de evaluación contextualizado”, opinó.
Silvano Aureoles consideró necesario que se revise caso por caso tanto los descuentos por ausencia al magisterio así como la separación de sus cargos, iniciar un escrutinio inmediato del modelo educativo y finalmente levantar el paro en las escuelas.