Agradeciendo de antemano la valiosa oportunidad para participar en este espacio de El Txoro Matutino on line a través de una colaboración semanal con la divulgación de los conceptos básicos de la Cultura y Educación Financiera, por ello, en esta primer entrega hacer hincapié a la primera regla, yo la llamaría de Oro, la de cumplir con nosotros mismos y con la sociedad, es decir: Leer.
Y si, “Leer”, esto básicamente, ya que muchas personas llegamos a confundir a aquellas gestores o comisionistas con personal bancario que en algún centro comercial o afuera de las instituciones bancarias, así como en las plazas públicas y zócalos se te acercan para ofrecerte “sin compromiso alguno” calificar para algún servicio financiero, en especial las tarjetas de crédito bancarias, ya que primero te solicitan identificación oficial y después que firmes -sin leer- el contrato de adhesión respectivo. Y aquí la pregunta: ¿Qué es un contrato de adhesión?
De acuerdo a CONDUSEF un contrato de adhesión es el documento elaborado unilateralmente por las Entidades para establecer en formatos uniformes los términos y condiciones aplicables a la celebración de las operaciones que lleven a cabo con sus Clientes. Tratándose de Entidades Financieras, se considerarán las operaciones pasivas, activas o de servicio, y tratándose de sociedades financieras de objeto múltiple no reguladas, se considerarán las operaciones de crédito, préstamos o financiamientos.
Es conveniente precisar es que si bien el registro de un contrato sirve para transparentar el contenido del mismo, ello no implica que se encuentre revisado y/o autorizado por las autoridades competentes como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores CNBV y la CONDUSEF, por lo que en cualquier momento y, en términos de las disposiciones aplicables, éstas podrán solicitar su modificación cuando a su juicio impliquen inexactitud, oscuridad o competencia desleal entre las entidades, o que por cualquier otra circunstancia pueda inducir a error, respecto de sus operaciones y servicios. Algo como lo que está sucediendo en estos meses recientes en los cuales se informa del aumento de las tasas de interés variable anual de las tarjetas de crédito.
Asimismo de acuerdo al artículo 61 de la Ley de Protección y Defensa de los usuarios de servicios Financieros LPDUSF, la Comisión no conocerá de las reclamaciones por variaciones en la tasa de interés pactadas entre el usuario y la Institución Financiera, cuando tales variaciones sean consecuencia directa de las condiciones observadas en los mercados.
Por ello la importancia de leer detenidamente el contrato que firmas, ya que estas aceptando lo pactado por la institución financiera, adquiriendo derechos, y así mismo también obligaciones; es decir la Adhesión, porque en caso de que decidas contratar un producto no puedes negociar sus condiciones, solo aceptarlas, es decir te “adhieres a ellas”. Por tal motivo te sugerimos que antes de “aceptar invitaciones” recuerdes que son contratos de adhesión y aceptas sus condiciones:
- Tómate tu tiempo y lee completo tu contrato, no firmes, si no lo comprendes. Recuerda que ya no hay “letras chiquitas” en el contrato ya que todos deben de ser de un mínimo de ocho puntos.
- Verificar que el contrato coincida con lo que te ofreció la institución, “no sólo porque te lo dijo el ejecutivo”
- Aclarar dudas con el ejecutivo o la unidad especializada, que están obligados a resolverlas. Todos cuentan una unidad nacional de atención
- Al momento de la firma, la institución debe darte una copia de cada documento firmado; el contrato junto con los anexos correspondientes.
Y sobre todo, en el caso de no requerir el servicio o producto financiero por el momento, simplemente decir un “no, gracias” a ese gestor que nos topamos y si realmente lo deseas acude personalmente a la institución cuando tú lo requieras, no cuando este comisionista te lo ofrezca.
Carlos Flores Hernández, es Contador Público, Asesor de Educación Financiera en CONDUSEF Morelos
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