La reina Isabel II y los miembros más cercanos de la familia real asistieron a una ceremonia religiosa en la catedral de San Pablo para recordar a los soldados británicos que fallecieron en la guerra de Afganistán (2001-2014).
Gran Bretaña retiró sus últimas tropas de Afganistán en octubre de 2014 tras una ofensiva militar contra el talibán que cobró la vida de 453 soldados británicos, mientras que muchos más resultaron heridos.
Cientos de veteranos de guerra, algunos de ellos con amputaciones, asistieron a la ceremonia religiosa, en la que estuvo presente el príncipe Enrique, quien sirvió en Afganistán en 2008 y 2012 como miembro de las Fuerzas Armadas.
La ceremonia, a la que también asistió el príncipe Carlos, quien se mostró visiblemente emocionado, fue presidida por el máximo jerarca religioso de la Church of England, el Arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
“Honramos la fidelidad de todos los que dieron sus vidas para ofrecer seguridad y paz a otros”, afirmó Welby, ante una audiencia conformada por el primer ministro David Cameron y el líder de la oposición, el laborista Ed Miliband.
También estuvieron presentes el príncipe Guillermo y su esposa Kate, quien está a unas semanas de dar a luz a su segundo hijo. Tras la ceremonia, la popular pareja contempló un suntuoso desfile militar y un espectáculo aéreo de la Royal Air Force.