De enero de 2015 a febrero de este año, las autoridades han abierto 232 investigaciones por robo de animales en la Ciudad de México, un delito que de acuerdo con legisladores y activistas es poco denunciado, pero doloroso para quienes lo sufren y aman a sus mascotas.
Ante eso, surge la necesidad de crear un registro obligatorio de mascotas en la ciudad –pues actualmente es voluntario- fomentar una cultura de denuncia entre la población y mejor capacitación a los servidores públicos que reciben las denuncias.
Es delicado, ha proliferado en los últimos años, sobre todo se roban mascotas de raza porque su precio se ha elevado y no existe un registro obligatorio”, alertó José Luis Carranza, fundador del Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (Frecda).
En Mercado Libre, por ejemplo, se venden ejemplares de mastín tibetano hasta en 140 mil pesos, o de bulldog inglés, de cinco mil a 35 mil pesos.
Cualquiera se puede robar un perro y después revenderlo, y es muy difícil que pueda recibir una sanción pues al no existir registro obligatorio no hay una manera fidedigna de comprobar (…) es como si un auto estuviera sin placas”, agregó el activista.
Señaló también la necesidad de revisiones y controles más estrictos en mercados como el de Sonora, Mixhuca, y Pericoapa, y mejor regulación contra criaderos clandestinos.
La diputada local Rebeca Peralta – quien ha llevado el tema ante la Asamblea Legislativa del Distrito Federal- afirmó que las razas más robadas en la capital son pomeriano, chihuahua, schnauzer, rottweiler, bull terri inglés, labrador, maltés y el husky siberiano.
Alertó de la existencia de grupos organizados dedicados dicho ilícito, quienes incluso utilizan la violencia y “secuestran” principalmente cachorros de raza para pedir un rescate que va de tres mil a 10 mil pesos.
Es un tema de extorsión y de robo, agregó, pues legalmente no se considera secuestro, pero es un tema que va en aumento, y debe hacerse visible, alertó.
La gente no tienen la cultura de hacer la denuncia, creen que si denuncia nada va a suceder, sienten que si no les hacen caso por otros delitos, menos por un perro”, lamentó.