POR ARELI GÓMEZ
Después del sismo de septiembre de 2017, que afectó gran parte de la zona sur de Morelos, los habitantes de la Unidad “José María Morelos y Pavón” carecieron del servicio de agua potable al colapsar el tanque elevado que suministraba al conjunto habitacional.
Por lo menos tres meses los afectados recibieron el vital líquido a través de pipas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y algunos preferían adquirirlas con particulares con un costo superior a los 500 pesos.
Ante la exigencia dela población para contar con el servicio, las autoridades del Sistema de Agua Potable y Saneamiento de la localidad, a cargo de Jesús Martínez en aquel entonces, decidieron que el bombeo de agua fuera de manera directa del pozo de agua por casi 1 año y medio.
Ante esta situación, una familia del andador Teotihuacán conectó, por sus propios medios, dentro de su domicilio una válvula para extraer más agua, lo que ocasionó que por un descuido se introdujera una piedra y un pedazo de madera de 2 pulgadas de ancho por 30 centímetros de largo en el tubo general, a pesar de estar prohibida su manipulación al ser propiedad de SAPJ.
Dicho acto hizo que por lo menos once familias del mismo andador, se vieran afectadas desde hace 1 año 8 meses, sin embargo, la nueva administración del SAPJ a cargo de Estefanía González Ocampo, se dio a la tarea de dar seguimiento al problema siendo hasta la semana pasada que se percataron sobre el obstáculo en el tubo general.
En ese mismo tenor, Jesús Contreras Salgado, ayudante municipal, dijo también que hay vecinos que están moviendo válvulas con el afán de que les caiga más agua pero perjudica al resto.
