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SAPAC: el ‘huachicol’ del agua en Morelos

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A través de una doble administración, el 30% de los ingresos en efectivo no entraban a las arcas del sistema

En forma muy similar a lo que ocurrió en la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) con el fenómeno conocido como ‘huachicol’, en el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), en administraciones anteriores desde hace por lo menos ocho años se ejerció un saqueo sistemático a las arcas de la dependencia a través de una presunta ‘doble administración’ esto es, que de cada 10 pesos que paga el usuario en cajas; 3 van directo a una bolsa que se repartía entre los servidores públicos y personajes externos que se detectó participaron en esta red de corrupción.

Una serie de entrevistas a exfuncionarios y trabajadores de SAPAC, así como 247 solicitudes de información pública, tramitadas por el Centro de Investigación “Morelos Rinde Cuentas”, acerca a la conclusión de que el sistema de agua capitalino ha sido el más claro ejemplo de cómo la corrupción puede acabar con una institución pública en unos cuantos años.

“El organismo tiene fugas económicas por todos lados que, de no repararse, impedirán que cualquier inversión sea sustentable en el mediano plazo, pues el dinero terminará perdiéndose.

Por eso, ninguna medida que implique aumentar artificialmente el presupuesto del organismo ya sea a través de créditos o de su privatización, funcionará.

Lo que se requiere son cambios administrativos que mejoren su operación y finanzas”, asegura el centro de Investigación ‘Morelos Rinde Cuentas’ en un estudio que tardó dos años en realizar y que todavía no concluye.

La corrupción en SAPAC llegó a los extremos. El pasado 23 de noviembre de 2018, fue atacado a balazos y herido de muerte el jefe de la oficina de Vehículos, Sergio Flores Ávila. En los primeros días de 2019, sujetos armados dispararon contra la fachada de las instalaciones de SAPAC, en ‘El Túnel’.

Todo ello, presuntamente forma parte de la disputa por el control del organismo público descentralizado, el cual ya en una ocasión intentó ser privatizado, y en varias ocasiones fue prácticamente “subastado” entre empresarios de la región sur del país.

LA DOBLE ADMINISTRACIÓN

“El director es el que tiene el nombramiento del Cabildo y es quien firma, pero siempre hay alguien, que es quien maneja la maleta o la bolsa”, explica el exfuncionario de primer nivel que –bajo la condición del anonimato- accedió a hablar sobre lo que ocurre al interior de la dependencia.

¿Cuántos usuarios de agua tiene realmente Cuernavaca? Es el secreto mejor guardado en la administración y ahí está el meollo de la corrupción. Saber exactamente cuál es el universo de usuarios permitiría calcular el ingreso real mensual del SAPAC, pero ya no habría forma de disponer del dinero en billetes y monedas que entra diariamente a través de las cajas recaudadoras, del cual el 30 por ciento va a “la bolsa” que se entrega semanalmente a quien está comisionado para ello.

“Cuando el presidente municipal era Manuel Martínez Garrigós, quien se encargaba de recoger la bolsa era su hermano José. El director era David Fonseca Cárdona, pero todo lo manejaba Abel Millán González, a quien le inventaron el cargo de coordinador y le construyeron una oficina aparte donde operaban todo junto con Erick Salgado”, afirma el exfuncionario.

Jorge Morales Barud puso como director a Remigio Álvarez Andrés, pero su idea siempre fue privatizar el SAPAC, es decir que, a cambio de muchos millones de pesos, una empresa particular se hiciera cargo de todo, parecido a lo que habían hecho años antes con el tema de la basura, pero los regidores no quisieron.

A la llegada del gobierno de Cuauhtémoc Blanco, los hermanos Yáñez prácticamente “subastaron” el manejo de SAPAC. El que ofreció más fue un personaje totalmente desconocido hasta ese momento, un empresario de origen italiano de nombre Alessandro Innocenzi Silenzi, quien estuvo al frente del organismo sólo seis meses, justo el tiempo que Roberto Yáñez estuvo como secretario del Ayuntamiento.

Actualmente, Innocenzi Silenzi enfrenta una denuncia penal (radicada con el número SC01/6493/2016) por el probable desvío de 50 millones de pesos, que es la cantidad que habría pagado por el cargo. Tras el intento por imponer al hoy diputado José Casas González (al que incluso detuvieron momentáneamente por usurpación de funciones) finalmente se quedó en el cargo José Torres Pérez, pero la ‘oficina alterna’ la manejaba María Luisa López Sotelo, una misteriosa contadora pública que nunca había laborado en Cuernavaca, sólo se sabía que venía de Acapulco con la encomienda de manejar el SAPAC Cuernavaca, primero como directora de administración y luego como titular.

Según los trabajadores entrevistados, fue durante ese periodo cuando notaron que se estaban poniendo en práctica ‘métodos gansteriles’, como las amenazas a dirigentes sindicales de la dependencia que se oponían a algunas decisiones de la directora, misma que ‘desapareció’ tras presentar su renuncia a principios de noviembre pasado.

Antes de irse, operó una venta de vehículos chatarra” en la que participó Sergio Flores Ávila como jefe de la oficina de vehículos, y esa es una de las líneas de investigación que sigue la Fiscalía General de Justicia sobre dicho homicidio.

A su salida, la Junta de Gobierno (integrada por el alcalde, regidores y un representante de un “Consejo Consultivo”) designó como titular a Oscar González Bahena, quien sólo permaneció algunas semanas, pues –según relató en una denuncia penal presentada ante la Fiscalía General del Estado- el 3 de enero un grupo armado tomó por asalto las instalaciones de la dirección general de SAPAC y lo sacó a empujones.

Por Txoro Staff

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