Expresión
No me gusta escribir de esto, como de muchas cosas poco gratas y dolorosas, pero hoy quiero y necesito hacerlo.
Como parte de mi quehacer como psicóloga ha sido brindar terapia, durante muchos años, sobre todo a mujeres que viven violencia y es en este espacio es donde me he percatado de que existe una gran cantidad de abuso sexual, sobre todo en niñas, generalmente es ejercido por personas muy cercanas a la familia o del mismo núcleo familiar, lo que me hace reflexionar que las mamás y papás debemos estar muy pendientes y en comunicación con nuestras hijas e hijos, quizá porque tenemos confianza en personas que conviven con ellos y ellas, pensamos que no puede suceder, pero no siempre es así y los y las niñas, pueden no contarnos porque les amenazan con hacerles daño o lastimar a personas que importantes para ellos o por culpa (aun cuando los culpables sean abusadores y jamás las victimas).
Y en múltiples ocasiones cuando lo comparten a una persona adulta, no les creen, les llaman mentirosos o hasta les reprenden y ocultan el abuso, para proteger a quien lo cometió.
Por todo lo anterior estoy convencida de la necesidad de hablar de sexualidad desde pequeñas, explicarles que nadie les puede tocar, ni obligarles a tocar otros cuerpos y que si algo pasa se alejen y de inmediato nos cuenten, se quien sea quien lo haga o les diga que lo va a hacer.
Muchas de las personas que me cuentan, en el espacio terapéutica, haber sido abusadas sexualmente, lo hacen ya siendo adultas y obviamente con muchas marcas emocionales que les ha causado dolor y dificultades a lo largo de toda su vida por ello hoy veo la urgente necesidad de buscar siempre tener comunicación con nuestr@s hij@s y darles las herramientas posibles para su autocuidado.
Nunca es tarde para hablar, nunca es tarde para decirles lo mucho que les queremos y que y que siempre, siempre creeremos en su palabra.
Comparto con ustedes un semáforo que podemos mostrar a los niños y niñas. Semáforo infantil lo que toda la niñez debe saber.
Por Cielo