Ante la desesperación del gobierno del estado por no tener el control de Poder Legislativo, Cuauhtémoc Blanco ha convocado a los diputados locales a una nueva «comida» en la residencia oficial con el fin de «negociar» y «comprar conciencias» de legisladores para que apoyen sus propuestas e iniciativas políticas.
Esperemos que esta vez los diputados no se vendan o no les lleguen al precio. Esta nueva ingerencia del Ejecutivo da cuenta de la evidente desesperación que tienen porque las cosas no les están saliendo como ellos quieren.
Ojalá los legisladores respondan a los intereses del pueblo y no asistan a esta convocatoria.
