Al Secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública en Oaxaca, José Manuel Vera Salinas a quien se le ha acusado de ser el autor intelectual de la desestabilización en Ayuntamientos de esa entidad cuyas autoridades no ceden a sus presiones, también tiene un negro historial relacionado con el crimen organizado.
Cuando fungió como Director de Seguridad Pública de Oaxaca, del 2006 al 2007, bajo el mando de Ulises Ruíz, se le vinculó con grupos de la delincuencia organizada que operaban en esa entidad, principalmente con el Cártel del Golfo y posteriormente con el Cártel de Los Zetas, grupos que tenían entonces el control de esa plaza.
El principal trabajo de Vera Salinas, en aquella época fue vigilar y desarticular organizaciones radicales, magisteriales, campesinas y sindicales, para ello articuló diversos grupos para ejecutar acciones enfocadas en el espionaje, seguimiento y detención de los principales líderes de dichos grupos radicales, grupos que en su oportunidad fueron conocidos popularmente como “escuadrones de la muerte”, a quienes se atribuyen las aprehensiones, desapariciones y ejecuciones de varios líderes opositores al gobierno estatal.
Desde entonces se sabe que Vera Salinas mantenía contacto con los mandos regionales de Los Zetas por conducto de Ángel Virgilio Ávila Sánchez “El Vampiro”, quien tras desertar de la policía se convirtió en uno de sus más cercanos colaboradores.
Su etapa como comisionado en la Dirección General de Protección del CISEN, le dio plena experiencia para montar ahora un centro de espionaje en Oaxaca que opera al servicio de los Murat (padre e hijo), desde donde han espiado a dirigentes partidistas, funcionarios de los tres niveles de gobierno, comunicadores, líderes sociales, dirigentes sindicales y empresarios, principalmente a los adversarios o críticos del Gobernador.
Hasta el momento, la única que se ha atrevido a denunciar las prácticas de espionaje de Vera Salinas ha sido Guadalupe Díaz, dirigente del Partido de las Mujeres Revolucionarias (PMR), y los dirigentes del Sindicato Libertad, encabezados por Hugo Bello Valenzo, a quienes Vera Salinas no solo ha perseguido sino que además ha estructurado distintos expedientes delictivos en su contra, en coordinación con el Fiscal de Oaxaca.
Con todo estos antecedentes es complicado pronosticar que la paz social llegue a Oaxaca, mientras tanto Vera Salinas y los Murat continúan enriqueciéndose a costa de los más pobre, tema del que hablaremos en próximas entregas.
