La noche del viernes, un grupo de policías ecuatorianos realizó un operativo en la embajada de México en Quito, donde capturaron al exvicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción en Ecuador y refugiado en la sede diplomática mexicana desde diciembre pasado.
La acción policial desencadenó una reacción contundente por parte del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien ordenó la suspensión de las relaciones diplomáticas con Ecuador, calificando el incidente como una «violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México».El embajador encargado de México en Ecuador, Roberto Canseco, confrontó a los agentes durante el asalto, expresando preocupación por la integridad de Glas y denunciando agresiones contra el personal de la embajada.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, respaldó estas denuncias, mientras que un comunicado oficial de la presidencia ecuatoriana confirmó la detención de Glas y cuestionó el asilo diplomático concedido por México, argumentando que era «contrario al marco jurídico convencional».
Lo del asalto de la #EmbajadadeMexico en Ecuador es una locura. Ni los iraníes con los yanquis, ni los británicos-gringos con Assange, ni Rusia, ningún país antes se había atrevido a algo así. ¿En qué piensan las autoridades políticas de #Ecuador? pic.twitter.com/NcuU98DMil
— Ramón Ramón (@ramonramon) April 6, 2024
El incidente ocurrió luego de que el gobierno mexicano anunciara la concesión de asilo político a Glas, una medida que fue rechazada por el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa. Esto desencadenó tensiones diplomáticas que culminaron con el asalto a la embajada mexicana en Quito.Las reacciones internacionales no se hicieron esperar, con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, calificando el incidente como «intolerable» y una «violación a la soberanía del Estado mexicano y al derecho internacional». Por su parte, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa denunció la situación como sin precedentes en la historia latinoamericana, responsabilizando al gobierno de Noboa por la seguridad de Glas.El caso de Jorge Glas ha sido objeto de controversia desde su condena por corrupción en 2017, con su abogado denunciando una persecución política. A pesar de haber ocupado altos cargos durante los gobiernos de Rafael Correa y Lenin Moreno, Glas se encontraba refugiado en la embajada mexicana, temiendo por su seguridad y libertad personal.La suspensión de las relaciones diplomáticas entre México y Ecuador marca un nuevo capítulo en esta controversia, mientras ambas naciones buscan resolver las implicaciones de este incidente sin precedentes en la región.
